40 - PILLADA

100 13 9
                                    

Draco

Me preocupa mucho lo que haya podido descubrir el pequeño. Y más que haya hecho llamar a mi madre. Según tengo entendido, es la bruja más poderosa que existe en el mundo, por lo que esto debe ser grave de verdad.

Observo al pequeño intrigado. Está muy serio mirando a Patty. ¿Qué estará tramando?

De repente, saca un libro, posa la mano en éste y aparecen unas cuerdas rodeando a Patty. Eso me sorprende. ¿En serio? ¿Está usando magia? En todos mis años de existencia jamás había visto a mi padre hacerlo. Lo más increíble es el gran poder mágico que desprende. Nunca hubiera imaginado que fuera tan poderoso.

Patty levanta la cabeza intrigada. Parece ser que también ha notado la magia, pero ya es tarde para ella. En cuanto se incorpora, las cuerdas le aprisionan.

—¿Se puede saber que pasa? ¿Quién me ha atado? ¿Y por qué?

Miro al pequeño y éste está demasiado concentrado manteniendo las cuerdas apretadas como para hacer nada más, por lo que decido actuar. No creo que mi madre tarde demasiado.

—Estás atada porque nos ocultas tu identidad —respondo con tranquilidad.

—¿Pero qué tonterías dices? Yo soy una chica normal. ¡Suéltame o tendré que hablar con las autoridades! Por si no lo sabías, la magia está prohibida con los humanos.

—¿Y cómo sabes que es magia si eres humana? —pregunto clavando en ella mi mirada.

Mi pregunta le pilla de sorpresa, lo que le incomoda bastante. De repente, empieza a revolverse tratando de librarse del agarre. Cosa imposible. El pequeño le está amarrando a conciencia.

—Tiene que se magia —responde furiosa —. ¿Cómo si no me iba a atrapar una cuerda si no hay nadie cerca?

Tiene razón, pero sus estúpidos intentos por parecer humana no le van a servir de nada. Confío en el olfato de mi padre. Es el mejor de todos, aparte de tía Lili, claro.

—¿Qué criatura eres, Patty? —continúo con el interrogatorio.

—Ya te lo he dicho. Soy humana.

—Tú lo que eres es una basura, Mia.

Los dos nos volvemos hacia la puerta donde está mi madre que dedica una furiosa mirada a Patty.

¡Un momento! ¿Le ha llamado Mia? ¿No es esa la que se hizo pasar por ella? Me parece que esto se está complicando cada vez más.

—No sé de qué me hablas —grita Patty retorciéndose —. No sé quién es esa Mia. Soltadme, por favor.

—¿En serio no lo sabes? —contesta mi madre sonriendo de lado —. Tranquila, no tardaré en averiguarlo.

Mi madre se acerca a ella con seguridad y, cuando está a apenas un metro, le mira fijamente.

Antes de decir nada, muéstrame tu verdadera cara

Todos nos quedamos pasmados y nos echamos al reír al escuchar las palabras de mi madre. ¿Pero cómo se le ocurre decir eso?

Ella se vuelve hacia nosotros molesta.

—Me alegro de que os diviertan mis rimas cutres —comenta cruzando los brazos indignada —, pero ya veréis cómo funcionan.

Nos volvemos hacia Patty y todos nos quedamos alucinados. Su rostro y su cuerpo comienzan a cambiar hasta que se transforman en... ¡Una copia exacta de mi abuela!

—¿Vas a seguir fingiendo, Mia? —pregunta mi madre volviéndose hacia ella.

Ésta le mira y esboza una orgullosa sonrisa.

DC XI:UN MUNDO MEJOR √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora