DC XI:UN MUNDO MEJOR √

45 - LORIE

Drogo

—¿De dónde vienes a estas horas?

—De pasear. Necesitaba pensar.

—¿Y ya se te ha olvidado que me habías invitado a cenar?

Una risilla se me escapa. Es tremenda.

—Te recuerdo que fuiste tú la que sugirió ir a cenar. —Ella se ríe. —Y tranquila, no me olvido. Tenemos reserva para dentro de media hora. ¿Contenta?

—Pues no. No me das tiempo de arreglarme.

—Usa la magia.

Me lanza una curiosa mirada mientras yo me dirijo a meterme en mi habitación. La verdad, no me apetece nada tener una cita con Alicia, pero no me queda otro remedio. Se supone que ha manipulado mi mente para que me olvide de mi familia. Lo que no sabe es que no lo ha conseguido.

Eso sí. Ya no sé cómo arreglármelas para seguir evitando filtros de amor. Es demasiado pesada con eso.

Tras darme una buena ducha, observo el traje que me voy a poner y no puedo evitar soltar un suspiro. Es el mismo que me puse en mi cita con Cris, aquella en la que le llevé a cenar y a bailar. Debo reconocer que aquella fue una noche mágica.

Toco la marca de mi cuello y sonrío. En estos momentos agradezco tanto tenerla... Es mi única excusa y protección frente a la pesada de Alicia. No es que no sea guapa, pero para mí sólo existe mi cosita.

De repente escucho unas voces femeninas en el exterior. Me asomo por la ventana intrigado y me sorprendo ante lo que veo. Patty se acerca a la casa en compañía de Lorie. ¿Pero qué hace ella aquí?

Me visto rápidamente y salgo al recibidor en el mismo momento en que las dos entran. En cuanto Lorie me ve, salta corriendo a mis brazos.

—PAPIIIIII. Cuánto me alegro de verte. Te echaba tanto de menos.

Le observo intrigado. Ella no debería estar aquí. Debería estar en la mansión protegida y no en medio de todo esto.

—¿Qué haces aquí, Lorie? —pregunto separándole ligeramente de mí —. ¿Has venido a verme? Si es así, te acompañaré a la mansión. Ahora iba a salir.

—No. No he venido sólo a verte es que...

—¿Qué?

—Es que me he ido de casa.

Abro los ojos como platos. ¿Lo está diciendo en serio? Esto no puede ser verdad.

—¿Pero qué tonterías dices? —le increpo molesto —. Vamos. Te llevo a casa.

—No —contesta plantándose con los brazos cruzados.

—¿Perdona?

—Que no. No pienso volver a ese lugar donde nadie me respeta.

Me vuelvo a mirar a Patty quien tiene una extraña sonrisa de satisfacción en su rostro. 

Me paso la mano por el pelo nervioso. Esto está empezando a no gustarme nada.

Suelto un suspiro resignado y me dirijo hacia mi hija.

—A ver, Lorie. ¿Por qué no me explicas que ha pasado? Tal vez yo te pueda ayudar.

Ella mira a Patty y busca su aprobación antes de dirigirse hacia mí.

—Verás, papá, yo te quiero mucho, pero no puedo seguir conviviendo con mi hermana. 

—¿Por qué dices eso si siempre os habéis llevado muy bien?

—Porque es mala, muy mala —responde con tristeza —. Sabía de sobras que a mí me gustaba Kael, pero ella... Si no les llego a interrumpir se hubieran besado y empiezo a estar harta. ¿Por qué tiene que ser siempre todo lo bueno para ella?