7) Joder Jacob

82 4 0
                                    

VII

JACOB

Sé muy bien que no le estoy contando todo, pero prefiero que Thomas se encargue de eso. No puedo y no quiero decirle que su jefe, osea mi padre, y su hermano están metidos en cosas turbias. Y tampoco puedo soltar en este momento que yo tengo cierta participación en todo.

Puta mierda.

La miro de reojo y sus ojos no se despegan de mi rostro, estoy agarrando fuerte el volante, si, pero es esto o romper algo o alguien.

Aunque quizás con ella pueda desquitarme un poco...

¡Mierda Jacob, piensa con la cabeza de arriba!

- ¿Cuál es el problema con eso? - inquiere nuevamente después de unos minutos, al notar mi repentino y duradero silencio.

Debato conmigo mismo la respuesta, pero decido dejarle el trabajo sucio a Thomas.

Que se joda por idiota.

¿Quién mierda dejaría que su hermana trabaje con Walter? O peor aun, ¿Quien mierda le consigue, por merito propio, a su hermana trabajo con Walter?

Juro que sólo el idiota de Thomas.

- Que el novio de ella no era cualquiera, era uno de los hombres más conocidos dentro de la mafia Irlandesa... y ya no puedo decirte más, Zara - nuevamente nos detiene un semáforo y me giro para observarla mejor.

- ¿Por qué no me puedes decir más? - sus ojos miran mi mano, más precisamente la rosa oscura que hay tatuada en ella.

- El resto se lo preguntas a tu hermano - abrió la boca pero volví a hablar. Sé lo que va a preguntar -. Y si, conozco a tu hermano, estudiamos juntos y ademas nuestros padres se conocían...

- Mierda - murmuró -. ¿Y por qué mi hermano quería que salga de la casa? ¿Por qué me ayudas? Sigo sin entender...

- Ya te dije que no puedo decirte mucho más - bajo la velocidad y estaciono.

No sé que tan buena resulte mi idea de la cena juntos, parece que quiere matar a alguien.

ZARA

Jacob aparca el auto en la entrada de un bonito edificio, me parece que no muy lejos del mío. Por fuera es todo vidrio, grandes ventanales ocupan cada pared, luce increíble.

- ¿No íbamos a comer? - pregunto al ver que está a punto de bajar.

La sonrisa que me dedica remueve algo en mi estómago, sus ojos azules en la noche lucen aun más hipnóticos.

- Si, aquí vivo, vamos.

Se baja y no me queda otra que hacer lo mismo. Lo sigo, atravesamos la puerta principal y él saluda a una señora regordeta, ella sonríe rápidamente.

- Esa es Susan - comenta mientras nos dirigimos al ascensor -, es la encargada de...

- ¿Te pregunté quién era? - lo sé, a veces soy un palo en el culo, pero Jacob aun sonríe, mis comentarios parecen no afectarle.

- No, pero deberás tenerlo claro - subimos al ascensor y preciona el botón que va al piso once, voltea a mirarme -. A partir de ahora, querida Zara, trabajarás para mi.

Estoy segura de que si estuviese tomando algo se lo hubiese escupido en su hermoso y masculino rostro, pero como no tengo nada solamente me quedo observando su estúpido rostro, buscando algún indicio que me demuestre que está bromeando.

Pero no encuentro nada.

Él habla en serio.

Su mano va a mi mandíbula y cierra mi boca sonriendo.

JACOBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora