¿Lo quieres ?

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1 semana después.

—Ya no puedo Erick. - suspiró. - 1 semana sin hablarme, me evita.

—Hablaré con el, tu tranquila, ¿Si? - beso mi cabeza.

—¿Por que te habla a ti? - pregunte bastante confundida, los dos lo ocultamos.

—El te quiere mas a ti, le dolió mas el hecho de que tú le ocultaras algo. Y aparte, vivo con el.

—Que suertudo eres. - suspire. - iré al baño. Ahora vuelvo. - el solo asintió y miraba como me alejaba.

(...)

—Oye, ¿Puedo hablar contigo?. - dijo tomando mi brazo, evitando que me fuera.

Seque mis manos y arroje el papel a la basura.

—Okey, hazlo rápido. - ella asintió.

—Quería disculparme por lo mal que me comporté contigo, estoy tratando de cambiar, de hecho estoy yendo al psicólogo para poder controlarme un poco más. En serio lo siento Emily . - ella sonaba sincera.

Sonreí. - Bien, borrón y cuenta nueva. - extendí mi mano y ella la estrechó.

—¿Como está Joel? - susurro.

—Está bien, y gracias por aceptarlo de nuevo en el equipo.

—No agradezcas, tenía que hacer eso. - colocó una mueca.

—¿Lo quieres?. - ella me miro y suspiró.

—Bastante.

— Entonces, enamóralo. - sonreí. - pero siendo tu misma, sin trampas. Si el no quiere, solo aléjate y olvídalo, aunque se que podrás si sigues con esta actitud, confío en ti. - estaba por irme y ella me tomó de la mano.

—Oye, crees que ¿Podamos ser amigas? - se mordió el labio nerviosamente.

—Claro, hasta pronto Sahori. - sonreí y me retiré de hay.

(....)

—¿Quien es? - preguntó desde el otro lado de la puertas, no conteste y el abrió la puerta. - Ahh, ¿Que ocupas? - colocó una mueca.

—Solo quería darte esto. - Deje en sus manos un gran bote de helado de frambuesa, siempre que estaba enojada él llegaba con un helado de mi sabor favorito, hacía caras graciosas y no podía negarme a perdonarlo, solo quería que con él también funcionara.

—No funcionará, ¿Lo sabes?.

—No perdía nada intentándolo. - un rayo callo, lo más seguro era que comenzara a llover.

—Lloverá, anda a casa. - Y si, justamente comenzó a llover.

—Te quiero Chris. - sonreí levemente y me aleje de hay, mojándome completamente.

Narra Chris.

Estaba acostado viendo Bob esponja, siempre que Emily está triste lo mira, y yo siempre estaba con ella, eso hace que la recuerde.
Tocaron el timbre, y me levanté a ver quien era.

—¿Quien es?. - preguntó pero nadie contestó, así que abrí la puerta. Era ella. - Ahh, ¿Que ocupas?. - No quería verla, no aun.

—Solo quería darte esto. - dejó un bote de helado de frambuesa, era mi sabor preferido. Siempre que ella se molestaba conmigo, yo solía comprar un bote de helado sabor vainilla y se lo entregaba, me quedaba hay hasta hacerla reír y así lograba perdonarme.

—No funcionará, ¿Lo sabes? - Era verdad, mi orgullo era tan grande, un helado no lo arreglaría.

—No perdía nada intentándolo. - Argumentó y un rayo callo. Estaba por llover, lo mejor sería que se fuera.

— Lloverá, anda a casa. - Justo cuando termine de hablar, comenzó a llover.

— Te quiero Chris.  - Ella sonrió levemente y se alejo, se estaba mojando, no podía dejarla así, tal vez esté molesto con ella, pero me importa.

—¡Emily, espera! - corrí hacia ella, y la adentré a mi casa. - Te enfermaras, será mejor que duermas aquí por hoy, le mandaré un mensaje a Patricia avisándole. - ella solo asintió.

Tome mi celular, y le marque a su madre. Ella lo acepto y dijo que mañana pasaría por ella.

— Toma esto, - le arroje una pijama. Ella tenía ropa acá, ya que en ocasiones se queda aquí. - puedes ducharte en la habitación de Erick, el no está. En la cocina hay sándwich por si te da hambre. - estaba por irme, pero ella me hablo.

— Lo siento, ¿Si?. - se acercó a mi. - ¿Por cuanto tiempo estarás así?, no puedo estar ni un segundo más sin ti Chris, te quiero. - sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, no quería verla sufrir, pero en serio me dolió bastante.

— Luego hablamos, - limpie una lágrima que comenzaba a caer por su rostro. - descansa.

Narra Emily.

Me quede un rato en el sofá, llorando. Después tome la ropa que había dejado y me fui a dar una ducha, mañana arreglaría las cosas si o si.

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¡Oye tú, tú diario!. ||Erick Brian ||.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora