Aunque estoy en medio de uno de los establecimientos mas lujosos de encuentro social de Konoha Hils, cada detalle es único fino y elegante, desde el color marfil de sus paredes y de su alto techo desde donde cuelgan grandes lamparas echas con cristales que brillan incesante con la luz de las velas, el aroma de las flores que adornan el lugar y de los finos manteles bordados en cada mesa, mi atención y mi completa impresión es por el Duque de Namikase, después de soltar mi mano mientras apenas fui capaz de oír sus palabras con su voz profunda y gruesa, apenas pude sostener su mirada penetrante, como si supiera lo que estoy pensando, el caballero que se presento como su consejero y mano derecha estaba mas próximo a mi en la mesa y me ofreció una silla de terciopelo roja, otro detalle del elegante restauran, estoy sentada junto a mi padre los escucho conversar sin poder evitar lo observo disimuladamente al caballero rubio de ojos azules, piel bronceada sus rasgos son tan finos su nariz, su boca esta tan elegantemente vestido con su traje de gamuza azul marino y fina camisa blanca debajo del elegante traje sus dedo largos y finos, su presentación es pulcra, perfecta...
_Y díganos señorita Hyuga tengo entendido que es usted una dama muy activa en cuanto a la filantropia en Konoha Hils...
De pronto despierto de mi letargo parezco una tonta aun no salgo de mi impresión por mi "prometido" y todo lo que me pasa ahora mismo por la mente, respondo casi por inercia esquivando su mirada que desde nuestra presentación no había vuelto a posar en mi...
_Si, si así es, pienso que todos deberíamos poder ayudar en lo que sea posible a personas menos afortunadas que nosotros.
_¡Es cierto Hinata, siempre se ha preocupado por procurar el bienestar de los demás incluyendo animales!...
Interviene mi padre, el Duque me mira directamente llevando su copa de vino tinto a los labios, callado atento a cada palabra que sale de mi boca, dios solo quiero desaparecer para escapar de su intimidante mirada, esa fue toda mi participación en la cena solo los oí hablar acerca de temas propios de los caballeros como, la bolsa, nacional e internacional, impuesto la cámara de lores y su siguiente sección, escuchar hablar al Duque era casi como oír a mi padre tan serio, tan seguro de lo que dice, a pesar de su apariencia parece como si fuese de la misma edad que el, no volvió a dirigirme una mirada a pesar de que era consiente que yo lo observaba por instantes, solo se dirigió a mi para preguntarme si me agradaba la comida, solo le respondí con un asentamiento de cabeza, pero la realidad es que aunque la comida estaba deliciosa apenas probé bocado, a pesar que me gustaba el vestido violeta que Kurenay y Hanabi habían elegido y el peinado en un principio, al ser prácticamente ignorada por el Duque me sentía insegura de mi apariencia, al oírlo hablar solo de tramites, y asuntos que le urgía concretar en Konoha Hils me hizo pensar que quizás yo solo era eso un tramite mas que necesitaba finiquitar...
Al finalizar la cena el Duque de Namikase y el Sr. Nara nos acompañaron al coche donde solo me dirgio un "hasta luego señorita Hyuga que descanse" clavándome sus hermosos ojos azules llenos de misterios para mi, con su seriedad perenne en su fino rostro, en todo el camino a Hyuga House mientras observaba por la ventanilla el camino de regreso sin verlo en realidad, mi mente ahora tenia muchas mas dudas de las que tenia antes de conocer al Duque, y estaba segura que esas dudas me mantendrían despierta hasta altas horas de la noche.
Al día siguiente mientras desayunaba en la terraza, sintiendo la fresca brisa de una mañana fresca y tomando un dulce jugo de naranja natural, no se hizo espera la ola de preguntas por parte de Kurenay y solo era la primera por que estoy segura que no tardaría en llegar Hanabi y unirse al interrogatorio.
_Kurenay, mi "prometido" solo me dirigió la palabras pocas veces al igual que una mirada, estaba enfocado en hablar de la bolsa y de impuestos con mi padre es obvio que ese sera mi papel en dicho matrimonio, sentarme en una mesa a oír hablar a mi esposo.
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El Corazón del Duque.
RomanceEn el año de 1820, En la ciudad de Konoha Hils , los matrimonios están a la orden del día o al menos para la gran mayoría de las jóvenes casaderas eso pensaba Hinata Hyuga, que a pesar de su acomodada pocicion en la sociedad aristócrata a sus 27 año...