6:30ᵃᵐ ☞︎︎︎ Kɪᴍ Tᴀᴇʜʏᴜɴɢ [BTS]

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¿Qué como me sentía en este momento?. Me sentía atraída, por esa luz. Era raro, nunca me había sentido de aquella forma de hecho me daba escalofríos de solo pensarlo de nueva cuenta...era como si la luz me llamara, pero no podía moverme. Tenía miedo.

La luz me estaba llamando y yo lo sabía.

Tome la perilla de mí puerta sin saber que estaba haciendo o si quiera pensando pero la gire lentamente cuándo finalmente la abrí y ví el oscuro pasillo, no había nadie, y ahora la luz del faro reflejaba mi sombra en la pared frente a mi. Salí con cuidado y cuando estaba por girar para comenzar a bajar las escaleras, alguien me tomo del hombro sacándome un pedo del susto.

— ¡Aaaaaaah! - grité completamente asustada y me hice bolita en el suelo -

— ¿Mari?, ¿Estás bien hija? - deje de temblar al escuchar esa voz -

— ¿M-mamá? - la mire y cuando la ví, la abracé fuertemente -.

— ¿Estás bien? - me preguntó preocupada y yo asentí rápidamente -.

— ¡Me asustaste! - me quejé y ella se comenzó a reír -.

— Eres toda una bebesota - dijo y yo negué enojada -. MI bebesota.

— ¡Basta! - me quejé -

— Ya, ya - dijo riendo -. Mejor vete a dormir de una vez.

Asentí y me puse de pie, caminado de nueva cuenta a mi habitación. Cerré la puerta detrás de mí y mire a la ventana de nuevo. La luz del faro daba directo a el océano de nueva cuenta.

¿Porqué había reaccionado así?.

Me metí entre las sábanas de mi cama de nuevo y cerré los ojos, no sin antes ver la hora en mi reloj. 6:30a.m. como siempre.

— ¿Mely? - dije tocando su rostro, como si no fuera real -. ¡¿Enserio estas, aquí?! - pregunté emocionada y me lance a abrazarla pero ella se quitó y caí de cara a el frío suelo -

— No me gustan los abrazos - dijo como disculpa y yo asentí -.

Lo sabía, habíamos sido mejores amigas desde niñas, pero después de no verla por 2 meses, ella había venido a visitarme, ¡Y se quedaría a dormir el fin de semana!

— Vamos, pasa - dije empujándola dentro de mi casa -. Podemos jugar al uno, y luego podemos caminar descalzas por la arena - le dije -

— Si, está bien - me respondió -. Pero, ¿Dónde dejó mis cosas?

— Ven, vamos a mí habitación

Subimos las escaleras y entramos en el primer cuarto que era el mío.

— Wow, es más grande que el antigüo - dijo y yo asentí -

— Bien, ¿Quieres comer algo antes?

— ¿Podemos mejor pasear por la arena?, hace tiempo que no vengo a el mar

Asentí y bajamos emocionadas, dejamos nuestros zapatos en la entrada de la casa y caminamos al muelle, disfrutando de la sensación de la arena en nuestros pies mientras el tiempo pasaba y nosotras platicábamos. Fue alrededor de una hora y luego regresamos a casa cuando mis papás llegaron.

— Vete por favor - murmuré, sin hacer tanto ruido -.

Nuevamente la luz del faro, daba directo a mi habitación y yo estaba nerviosa, pues tenía visita y no quería que pensara que estaba de mente; sin embargo la luz seguía ahí. Me levanté despacio y mire hacía la ventana.

— Se tiene que ir. Ella estorba.

Sentí un escalofrío recorrer toda mi columna, cuando escuché esa voz.

—¿E-eh?

— Qué se vaya, ¿Acaso estás sorda?

— ¿Mari? - escuché la voz de mi amiga y me giré a mirarla -. ¿Qué haces ahí?

— N-nada...solo - quise hablar pero no sabía que decirle con certeza -. Solo son imaginaciones mías, Mely.

Hice una mueca por lo bajo. Quizá sólo era el cansancio y estrés que siempre cargaba conmigo

Aclaración:
- Mari se sintió atraída por la luz, y cuando giró la perilla de su puerta, fue como si la hubieran hipnotizado, por eso la reacción cuando su mamá la tomo por el hombro. Se podría decir que daba despierta, pero su mente estaba dormida. ¿Me explicó?

Como sea, ¡Dejen un 💜 todas las Mari's que estén aquí!.