6:30ᵃᵐ ☞︎︎︎ Kɪᴍ Tᴀᴇʜʏᴜɴɢ [BTS]

t r e t

No sabía lo que estaba haciendo. Estaba loca, lo sabía.

—Ven...

Abrí la puerta y mire en las dos direcciones, para ver si mamá no venía está vez.

—Ven.

Baje las escaleras con cuidado y me paré frente a la puerta de entrada.

Mely se había ido ayer por la mañana, ya que si se iba tarde llegaría de noche a su hogar, y no queríamos eso.

Tomé la perilla e inspiré hondo, tratando de controlar mi respiración, la palabra "miedo", se quedaba muy corta con lo que sentía en estos momentos.

—Ven.

La voz se escuchaba más demandante, gire la perilla y con cuidado abrí la puerta de entrada, di un paso afuera y la brisa me golpeó suavemente, escuchaba el golpe de las olas muy suavemente. Comencé a caminar hasta que sentí la arena en mis pies.

Ya no había vuelta atrás.

No sé si era una alucinación mía, pero el faro me seguía. No, no me seguía. Iluminaba un camino.

Sentí un escalofrío recorrer mi columna, y temblé.

Caminé directo al muelle y sentí una respiración sobre mi hombro.

El golpeteo de las olas se escucho aún mas fuerte, y cuando mire en el océano, había un reflejo.

—Viniste

—¡Mary, métete ahora mismo a la casa!

Casi caigo al agua al escuchar el grito de mamá.

Me gire rápidamente y ví a mi mamá, parada en mi habitación. Me gritaba desde la ventana.

—¡¿Qué haces, ahí afuera?!

Caminé directo a la casa, aún cuando aquella voz me volvió a hablar.

—No, no te vayas.

Y casi jure que alguien me tomo de la mano, sin embargo solo negué y corrí asta adentrarme a mi cuarto. Dónde mamá me dió un sermón y luego dormí. De nuevo.

—Mamá - la llamé y ella me miró -. Necesito un psicólogo.

Frunció el ceño, y cuando parecía querer hablar, yo volví a tomar la palabra.

—Estoy loca, lo sé.

—Cariño, no digas ridiculeces. - me dijo, volviendo la vista a sus tostadas -

—¿Cómo explicas que escuchó voces en la noche? - ella iba a decir algo, pero me le adelante -. Y no es el vecino, mamá. Aquí no hay nadie más que nosotros. - le recordé -

—Tal vez solo te está afectando la soledad - me dijo -. Sería bueno que vayas en vacaciones a la ciudad, ¿Qué dices?

—Bueno, extraño a la tía, Haneul - dije felíz -

—Bien, entonces hablaré eso con tu padre - dijo y se puso de pie, tomando su bolsa -. Nos vemos en la noche, no hagas desastres, por favor.

Y salió dejándome en la sala nuevamente, sola.

Eran las 7:40p.m. y mis papás aún no llegaban, ni mi mamá ni mi papá. Solté un suspiro, ya está aburrida, quizás sería buena idea pedirles una mascota.

Pero, ¡¿Dónde rayos estaban?!, Se supone que llegaban a las 6:30 pero nada.

Salí al muelle y me senté en la orilla, apreciando el inmenso mar frente a mi.

La luz del faro se encendió de repente. Fruncí mi ceño, confundida.

¿Qué no lo debería de prender mi papá?

Me gire buscándolo con la mirada, pero aún no llegaban. La camioneta no estaba ahí. Y el garage estaba cerrado.

Ví un envoltorio de papitas ser empujado por las olas, así que baje del muelle y corrí a la orilla, sintiendo la suave arena en mis pies.

Me agaché un poco cuando la envoltura se estaba acercando, y para no esperar tanto, tome un palo que estaba ahí, y comencé a jalarla con el.

Mala idea.

—¡Te atrapé!

Y luego me jalo al mar.

¿Qué creen que este pasando?🌚