Geralt De Rivia & el Djinn en la lámpara | Geraskier.

8. Hechizado.

Jaskier no podía acabar de procesar lo que estaba pasando. ¡Geralt lo estaba besando! Es decir, ¿cómo mierda pasó eso? Pero se sentía tan bien que no terminaba de decidirse a alejarse para interrogar al brujo al respecto.

Se sentía... bien. Entonces, Jaskier sintió una especie de sabor extraño, algo así como... Lillas y grosellas. Abrió los ojos, justo al tiempo que Geralt hacia el ademán de apartarse, y se apartó también (no porque quisiera), alcanzando a ver los ojos de Geralt brillar por un instante de un color morado intenso. El color de los ojos de Yennefer.

Ay mierda, Geralt estaba hechizado.

—Geralt...

—Cállate, no digas ni una palabra— gruñe el brujo—. Fue... un error, estabas muy cerca.

Jaskier, dolido, frunce el ceño y olvida por instante que su principal preocupación es decirle que está hechizado.

—¿Qué...? Pero si tu me...

Geralt le dedica una mirada asesina, pero parece haber en el una lucha interna, seguramente por la magia.

—Agh, a la mierda, eso no es lo importante. Bueno sí, pero no— el Djinn resopló—. Geralt, escúchame, estás...

—Aléjate— lo interrumpió el brujo—, lo único que haces es confundirme.

—¡Geralt estás hechizado!

—¿Qué?— De Rivia lo miró con incredulidad—. ¿Crees que no me daría cuenta de que estoy hechizado?

Jaskier sacudió la cabeza. Se había dado cuenta de que Geralt era cabeza dura, pero sabía también que parte de su terquedad ahora era provocada por el hechizo. Normalmente era una técnica de seguro de los hechiceros, logran doblegar al hechizado lo suficiente para que crea que es absurdo que esté hechizado.

—Geralt, tienes que escucharme, tus ojos se pusieron morados, creo que...

—Para ahí, ¿insinuas que Yennefer...?

—Geralt...

—No, Djinn, no te atrevas. Lo del beso fue un error. No conseguirás que me aparte de Yennefer— Jaskier hizo el ademán de acercarse, pero Geralt lo enfrentó con una postura agresiva—. No eres nada para mí, ¿entiendes? Solo haz tu maldito trabajo y métete a tu lámpara hasta que te llame.

Geralt no quería decir todo eso, pero de alguna forma extraña no pudo detener su lengua. No quería que Jaskier se metiera en su lámpara, ni tratarlo como un esclavo o un ser sin derechos. Estaba tan confundido que no entendía bien su propio comportamiento.

Jaskier retrocedió como si aquellas palabras hubieran significado un golpe físico. Él solo quería ayudar, Geralt no tenía que tratarlo de esa manera.

—Bien— fue todo lo que dijo, y desapareció al interior de su lámpara.

—Jaskier...— murmuró el brujo, pero entonces el reloj de arena mágico de la estancia sonó, recordándole su cita con Yennefer.

Se fue. ¿Él quería a Yennefer? ¿Sentía acaso algo por Jaskier? ¿Qué le estaba pasando?

Recordó cuando Yennefer...

¿Y si sí estaba hechizado?

....

Jaskier se acurrucó en su lámpara e intentó que las palabras del brujo no le dolieran. Pero lo hacían. Era la primera persona que no lo trataba como un esclavo, que lo miraba por lo que era. Y el beso...

Sacudió la cabeza. Torturarse no servía de nada. Geralt no dijo que el trato no seguía en pie, así que aún lo liberaría. Entonces se iría, se olvidaría del brujo.