12. Confrontación.

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Ciri quiere a Yennefer.

Yennefer quiere a Ciri.

Ciri es la princesa heredera de Cintra.

Yennefer jamás podría estar con Ciri.

Ciri es una soñadora.

Yennefer conoce la oscura realidad.

Yennefer quiere más, y cuando ella quiere algo, lo obtiene. La lámpara mágica en sus manos es la prueba.

....

Stregobor puede sentir la magia como una explosión salir de la lámpara y engullirlo todo.

Alguien liberó al genio que él quería en estado puro. El momento que estaba esperando. Sonríe.

Tres movimientos de manos bastan para noquear a los guardias y abrir su celda. Sabía que tarde o temprano sentiría la emisión de la magia al descubierto, cuando el genio se resistiera.

Necesita esa lámpara ya, y entonces Cintra e incluso el mundo le pertenecerán.

....

La lámpara no está.

Geralt busca por todos lados aunque su lógica le dice que debería estar exactamente sobre la mesilla en qué la dejó porque él no la movió y nadie más pudo hacerlo.

Además, aunque Jaskier hubiera estado lo suficientemente molesto como para marcharse (cosa, en realidad, muy probable), no habría podido. Reglas de la magia y de toda esa estupidez del amo al que un Djinn debe servir.

Eso lo lleva de nuevo al principio, ¿dónde demonios está la maldita lámpara?

Es cuando siente, como un murmullo en su oído, una lucha de magias que ningún humano normal podría haber sentido, pero que para él suena como una explosión.

Geralt no solo siente la magia, siente a Jaskier. De alguna forma, quedaron tan conectados luego de lo que sucedió entre ellos que puede sentirlo claramente luchando contra la magia de Yennefer.

El brujo toma sus espadas, acomodándolas en su espalda, y corre por el pasillo guiado por la magia azul de Jaskier.

Tiene que impedir a toda costa lo que Yennefer planea hacer y salvar al Djinn, a Jaskier.

Porque ha caído, le quiere, y no va a dejarlo.

....

La reina Calanthe de Cintra no tiene idea de que demonios está pasando en su salón.

Ja, esa es exactamente la razón por la que no quería magos en su corte.

Sin embargo, no es tiempo para un te lo dije cuando Stregobor (supuestamente en las mazmorras. En fin, la ineptitud de los guardias) hace aparecer unas cadenas de acero y la envuelve con ellas.

Por todos los dioses, no se supone que su mañana fuera a ocurrir así. Teniendo que preparar todo para una posible guerra con los Nilfgardianos tenía más que suficiente de que encargarse.

Calanthe lucha contra las cadenas, pero es inútil. Y Stregobor debe haber dormido a todos en el palacio con algún encantamiento, porque nadie aparece.

Al parecer Geralt De Rivia no iba a ser para nada el verdadero problema. Eso le recuerda...

—Cirilla— pronuncia en voz alta, preocupada pero fiera.

Geralt De Rivia & el Djinn en la lámpara | Geraskier.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora