13. Sangre.

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—¡No!— grita Yennefer, alzando los brazos y generando una onda expansiva de poder colo violeta, que arroja lejos a Geralt y Stregobor.

Se mueve rápido. Recupera la lámpara y, antes de que Stregobor se levante para gritar su primer deseo, ordena a Jaskier:

—¡Anula su deseo!

Jaskier se estremece, golpeado y oprimido. Ahora Yennefer tiene la lámpara. El cambio brusco duele. Las cadenas aprietan sus muñecas con tanta fuerza que sangran.

—Como desees— murmura.

Con un casquillo de dedos, Stregobor deja de ser el hechicero más poderoso de la tierra, antes de que pudiera siquiera probar su magia.

Entonces, Yennefer aprovecha para convertirlo en un pájaro.

Jaskier se tambalea y busca a Geralt con la mirada. El brujo se está levantando del suelo. Sus miradas se encuentran.

—¡Jaskier!— grita, y si está tan preocupado es porque seguro Jaskier no está teniendo un buen aspecto ahora mismo. Se levanta y amenaza a Yennefer con las espadas—. ¡Ya déjalo Yennefer!

La hechicera sonríe sin inmutarse por la amenaza.

—¿Por qué haría eso? Yo tengo el control, brujo.

—Porque no eres mala, Yennefer— Geralt avanza lentamente, sabe que está jugando con fuego. Mira a Jaskier de reojo, que se tambalea, y resiste el impulso de correr a sostenerlo—, y sabes que lo que quieres hacer le hará daño, lo matarás.

—Vah, esto es toda una hazaña, un brujo con sentimientos— ríe ella con ironía, aferrando la lámpara con fuerza—. Si lo que quieres es tu tercer deseo, puedes tenerlo. Es más, necesito que lo pidas.

—Eso matará a Jaskier y no permitiré que...— se calla de golpe al sentir el hechizo sobre él, un paralizado que le impide mover siquiera el dedo meñique.

—Ups— Yennefer ensancha una sonrisa de superioridad—. Hablas demasiado.

—¡Geralt!— Jaskier busca su mirada y sacude la cabeza, como pidiéndole que ya no lo intente, diciéndole con esos hermosos ojos azules que no hay nada que hacer.

Geralt descubre en ese momento que sigue teniendo corazón, porque se le rompe en pedazos.

—¡No lo toques! ¡No lo toques!— grita, forcejeando inútilmente contra el hechizo.

Yennefer lo ignora y dirige sus manos hacia Jaskier, que no puede moverse. El Djinn nunca se ha sentido tan impotente. 

"Así que aquí acaba todo" piensa. Después de tantos años esclavizado, tantas cosas horrible que fue obligado a hacer, después de Geralt y la esperanza que había surgido cuando lo miro a los ojos, cuando besò sus labios. Siente el poder de Yennefer golpearlo con brusquedad. Intenta resistirse, retroceder. Su espalda termina contra el pilar, acorralado.

—Déjame— jadea—, no te me acerques.

Por un instante, la fría y decidida mirada de Yennefer tambalea. Jaskier parece solo un hombre, un hombre bueno, y ella va a asesinarlo. Pero solo es un instante. Su mirad vuelve a endurecerse. Esto es lo que ella necesita, lo que la salvara, le devolverá lo que le han quitado.

—Lo siento— murmura.

Una rafaga de viento los rodea. Los simbolos se dibujan con magia en el suelo. Yennefer deja salir todo su poder para absorber el del Djinn

—¡No!— grita Geralt, desesperado.

Jaskier cae de rodillas al suelo sintiendo un dolor indescriptible.

Geralt De Rivia & el Djinn en la lámpara | Geraskier.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora