Lover's

Capitulo 2

Román niega la cabeza en desacuerdo cuando cuelgo el teléfono.

-Te dije que yo te iba a llevar y tu dijiste lo contrario- bufa molesto y hace ademan de burla- "A las 8, ¿te parece?"- dice tratando de imitar mi voz.

-Seria sospechoso que tu me llevaras, a parte tienes oportunidad de ser mas atractivo cuando entres al pub sin compañía. Aparte de que yo no hablo así- quería reírme, pero me exasperaba que fuera tan infantil.

-Haz lo que quieras- dice al dirigirse a su habitación- siempre lo haces, Kenia.

Ignoro su actitud y en mi cuarto me arreglo, elijo un vestido gris de algodón con zapatillas plateadas.

Revise la hora, eran las 7:30, tome mi cartera y celular para después acomodarme en el sillón, cuando Loren vino por mi, le deje una nota a Román sobre la dirección y tome mis llaves antes de salir del departamento. Al llegar al estacionamiento vi el único auto con las luces encendidas y me subí, salude al piloto con un "buenas noches" y me concentre en prestarle mi atención al chico que había venido por mi.

-Te vez hermosa, tiene tiempo que no pasamos tiempo de calidad, realmente lo extrañaba y tenia la esperanza de que sintieras lo mismo- me sonríe y yo intento copiarlo.

-Como no extrañarte, eres un encanto- murmure sin morderme la lengua y busque la dirección en el celular- me han dicho que es un lugar excelente.

Él toma mi teléfono observando la ubicación por un tiempo y después quiso pasárselo al conductor, aun que logre quitárselo antes.Obviamente Loren me miro extrañado y yo le sonreí divertida.

-Este aparato necesita reparaciones, y a veces se apaga solo- miento y murmuro nerviosa- mejor te lo paso por mensaje.

La palabra Lover's lleva seis letras, y con ellas seis reglas importantes de seguir si quería mantenerme en este tipo de pasatiempo. Y la regla 2; no mostrar el celular, no sabes que cosas puede encontrar para arruinar la situación. Es cierta en su totalidad, lo aprendí por las malas, es por eso, que se deben respetar las reglas, sin saltearse una.

-Como quieras nena- me sonrió- tu mandas.

Y eso hice, le mande la dirección y unos 20 minutos ya estabas frente las puertas del pub. El tiempo allí fue demasiado pero momentáneamente corto, bailamos la mitad del tiempo, digamos que lo mio son los bailes grupales, y casualmente no pasaban a menudo, dejando canciones en pareja que decidía ignorar. En la parte de la barra que adueñamos Loren y yo, bebimos muy poco, tenia la intuición de que él quería tequila, pero sé lo fuerte que seria volver a mi departamento con una cruda fuerte. Aparte que esperaba a Román, no lo veía, y cada vez que me sentaba en la barra recorría el lugar con los ojos para divisarlo, nada. Y habían veces que Loren me distraía con besos inocentes, digamos que no era experimentado en la seducción pero era divertido ver como lo intentaba.

-¡Ya llegué!- grito al cerrar el departamento tratando de no reírme por el tropiezo que me doy al abrir la puerta- Kenia, no le gusta que.... ¡olvídalo, no eh llegado!

En la cocina tomo un vaso de agua para que le dolor de cabeza en unas horas cuando vaya a la cabina se más leve, ya en mi cuarto me cambio a un camisón blanco de mangas cortas, me desmaquillo al lavarme la cara después de hacer arcadas en la taza del baño. Cuando me acuesto en la cama escucho a Román salir de su habitación, al verlo en mi puerta le indico que se siente a mi lado.

-No le has dicho a Elias- murmura lentamente- volvio a marcar.

-Olvídalo, dile que me olvide- bufo y me acomodo el cabello hacia atrás- estoy cansada de él.

Me observa, se estira la camisa de felpa que le regale en su cumpleaños antes de suspirar.

-¿Te divertiste?

Mire esos ojos verde que me atormentaban todos los días, y había algo en ellos, no sabia descifrarlo pero llevaba un tiempo con esa incógnita.

-Por supuesto, aun que hubiera sido mejor que hubieras llegado- le sonrío sincera- ¿Por que no te vi ahí?

-Le diré a Elías cuando vuelva a llamar- se revuelve el cabello y se dirige hacia mi puerta- que descanses, hasta mañana.

Cierra la puerta con el afuera y me deja a oscuras.

Mi alarma comienzo a sonar hace unos segundos, como siempre, ya estaba despierta antes que el aparato. Después de tardar 20 minutos en el baño, termino mi maquillaje, tomo mi bolsa, sali del departamento sin hacer tanto ruido ni gritar, y en el coche me vino un dolor de cabeza punzante.

La estación de radio empezó a trabajar cunado llegue como siempre, una de las noticias que más estaba en mi cabeza sobre un secuestro hace unos días, exactamente 4 días.

-Recuerden que si alguien sabe sobre esta chica, manden la información al correo de la cabina o al número telefónico, a cualquier día o hora, estaremos al pendiente- dije ocultando mi desesperación y mi angustia- necesitamos encontrar a carolina Valenzuela.

Evidentemente mi productora era parte de mi vida, no solo por mi trabajo, si no como persona, era la única que llegaba a soportarme, por eso seguía siendo ella la que me dirija. Cuando el programa acabo, varios en la cabina nos ofrecimos a ayudar a esposo de Carol a pegar fotos de ella en las calles de México, tardamos como dos horas, al final