VINTAGE [Soobin (TXT)]

IV

Mayo de 1892.

El año pasaba muy rápido, las clases eran cada vez más difíciles y los exámenes me tenían cansado, al igual que mi mamá, ella también me cansaba.

Un día de escuela, me quedé en el salón sin hacer nada, solo apoyé mi cabeza en la mesa e intenté dormir, creo que estaba muy triste, tenía tanta tristeza y odio por dentro, mucha impotencia. La Profesora Barb pasó por el salón y me vio, se quedó parada mirándome, miró hacia los lados y entró al salón, cerró la puerta y se fue a sentar a mi lado.

- ¿Qué te ocurre? - me miraba fijo y sentía como mi corazón latía a mil, cada vez que la miraba la encontraba más bonita, más dulce.
- Estoy cansado, no he dormido bien y no tengo ganas de ir a mi casa, pero tampoco tengo donde ir

Me senté derecho y miré el suelo, junté mis manos y mis pies, estaba muy nervioso. No me habló por unos minutos, hasta que rompió ese silencio diciéndome que la acompañara a su casa, nunca le veía irse, no tenía idea donde vivía. Accedí.

Tomé mis cosas y la seguí, no hablamos nada en todo el camino, pasamos por lugares aparte del pueblo y había gente que nos miraba raro, me sentí incómodo, ella me dijo que no les hiciera caso, la gente siempre se entromete en la vida de los demás para tener tema de conversación. Cruzamos un bosque bonito, uno que nunca en mi vida había visto, ya que mi vida se basaba en mi casa y la escuela.
Llegamos a un camino de piedras en donde habían flores alrededor, todo era muy lindo, habían muchas flores de distintos colores.

- Ve por donde pisas, aún debo arreglar partes del camino y ya me he caído varías veces

Apenas entramos a la casa sentí un ambiente totalmente distinto, estaba tibio el aire, había olor a galletas, todo era de color blanco con detalles dorados, habían cuadros, quizás hechos por ella, ella pinta muy bien. Ella dejó sus cosas encima de la mesita de té y tomó las mías haciendo lo mismo.

- Vamos a la cocina, debes tener hambre

La seguí hasta la cocina e hizo que me sentara para esperar la comida. Me dediqué a ver lo bonito que era todo. Salía un rico olor mientras cocinaba, mis tripas empezaron a sonar y creo que la cantidad de saliva que tenía en la boca se empezó a multiplicar.

- Me gustaría que me contaras lo que te pasa, te he visto decaído los últimos días y tú no eres así
- No he comido bien, a mi papá no le han pagado lo que deben y la comida es escasa, ya me he desmayado varías veces en mi casa
- Creo que eso no es lo único que te tiene así Soobin

Me quedé callado e intenté no sacar lo que he reprimido por tantos años, pero también sacarlo me haría sentir bien, porque es algo que he cargado y me está haciendo daño. Me sentiría mal al darme cuenta que le contaría mis problemas a una persona por la que siento algo, esa profesora me gustaba mucho y no quería que viera mi lado débil, me daría vergüenza.

- Puedes contarme lo que quieras, te hace mal guardarte tanto, después te vas a desquitar con personas que no tienen la culpa

Ella dejó un plato con comida que olía muy bien frente a mi, el olor entró por mi nariz y sentí como me acariciaba mis sentidos, todo mi cuerpo y mi mente se centró en la comida.

- Puedes comer primero y si quieres después me cuentas, ahora debo arreglar algunas cosas y volveré a verte, ¿está bien?

Asentí. Ella salió de la cocina y yo me preocupé de comer, nunca había saboreado comida tan bien hecha, en mi casa mi mamá cocina, a veces lo hago yo, pero a ella no le queda bien los sabores y cuando lo hago yo, ella se enoja y no come, el único que come es mi papá. Agradezco mucho lo que la profesora me dio, porque en serio sabía muy bien. Pero aún así, no sabía como contarle lo que me pasa.

§

Después de una hora ella volvió, pero con un vestido diferente, el anterior era negro, el que tiene ahora es de color burdeo. Se sentó frente a mi y yo suspiré, era tan hermosa, volaba más allá del cielo cuando hablaba.

- Cuéntame

(...)

- Cuando tenía ocho años mi mamá murió, al año mi papá se volvió a casar, mi madrastra ya tenía un hijo pero era menor que yo, nunca tuve una buena relación con él pero ahora no me importa mucho, todo iba muy bien, hasta que mi madrastra empezó a aprovecharse de mi, me mandaba a hacer las cosas de la casa y cuando me negaba, me golpeaba, nunca se dije nada de eso, nunca hablé, y como vió que yo me quedaba callado, empezó a cambiar lo de mandarme a ordenar y limpiar, a hacer cosas que yo no entendía, cosas que recién estando grande lo entendí; me obligaba a tocarla y ella me tocaba a mi, me desnudaba cuando dormía y con su mano tocaba todo mi cuerpo, todo eso pasaba siempre, todos los años ha sido así, a los quince me obligó a hacerle sexo oral y me hacía lamer sus senos, ella también lo hacía conmigo, me masturbaba y después se lo metía en la boca, siempre aprovecha cuando mi papá no está, estando en cualquier parte de la casa me obligaba a tocarla, si estaba en la cocina, ella me llamaba, hacía que me agachara y besara sus piernas, o si estábamos sentados almorzando, ella ponía su pie en mi entrepierna y lo sobaba, y ahora hace poco me hizo tener sexo con ella, yo nunca lo había hecho por qué lo anterior era solo tocar, ahora me obligó a que le tocara los senos mientras se tocaba y yo... se la metiera... creo que no duró mucho porque era mi primera vez haciendo eso y ella se burló, pero que con el tiempo mejoraría... a veces me pongo a pensar que es mi culpa y que merezco lo que me hace, pero no entiendo por qué siento eso...

Terminé de hablar y sentí como me encogí, mi rostro se sentía caliente por la vergüenza y ella no me contestaba. Lo más probable es que haya quedado impactado y no sabe qué responderme. Cuando la miré ella estaba mirando hacia la ventana.

(...)

- Cuando tenía 10 años mataron a mi mamá, la quemaron viva y me obligaron a ver como sufría, quedé totalmente traumada, ellos dijeron que era una bruja y que debían sacrificarla, ella era astrónoma, estudiaba las estrellas, yo no sabía mi fecha de nacimiento y ella me decía que cuando aparecían dos estrellas grandes alrededor de la luna, significaba que yo cumplía años, ya de grande vi la fecha en la que aparecían las estrellas grandes; solo éramos las dos, ella era mi única familia, ya que mi papá nos abandonó para irse con otra mujer más joven, cuando cumplí trece años me dediqué a buscar a todas las personas que le hicieron daño a mi mamá y a mi, yo me acordaba del rostro de todos, solo me dediqué a buscarlos; fui casa por casa con un hacha y terminé con la vida de todos ellos, eran quince personas en total, y de esas quince personas, recién acabé con la última hace una semana, porque ya habían salido rumores de mi por los acontecimientos, nunca encontraron pruebas de que yo lo había hecho y por eso no me encontraban culpable, la mayoría está segura de que yo hice todo eso y por lo mismo la gente me tiene miedo, por eso me miran raro y no tengo amigos, nunca me importó socializar, porque siempre fui independiente, todo lo que hice fue por venganza y no significa que siga haciéndolo con más personas, porque ya terminé lo quería, y también por eso discutí con el director de la escuela, me dijo que no quería una mala imagen para la escuela y me quería despedir, yo no iba a dejar que me tratara así, así que yo renuncié, ya no tengo trabajo y estoy pensando en irme de acá

(...)

Creo que los dos estábamos mal, son cosas distintas, pero los dos sufrimos, ella me dio la oportunidad desahogarme y sacar toda esa mierda que tenía guardada, las dos historias quedaron como un secreto entre nosotros, pero ella sigue sin saber que siento muchas cosas hacia ella y no creo que sea el momento de decírselo.