VII

670 45 8
                                        

Tuvimos que cambiarnos a mitad de año, al menos alcancé a terminar mis exámenes, los profesores me dieron la oportunidad de terminar rápido antes de irme del pueblo.

Octubre de 1892.

Estuvimos varias horas viajando, pasamos por el bosque en donde vivía la profesora, ahí estaba su casa desocupada, sus flores que tanto cuidaba. Llegamos a nuestra nueva casa de noche, era muy grande y bonita, había mucho pasto, árboles, flores y perritos.
El nombre del lugar está en otro idioma, así que aún no sé como se pronuncia, este lugar era más grande, era más colorido.

Al día siguiente mi madrastra y mi papá se tomaron el tiempo de arreglar la casa, no sé qué hacía mi hermano. Yo no quería hacer nada, así que me salí de la casa y comencé a caminar para conocer el lugar en donde tenía que empezar una nueva vida.

A mi madrastra ya se le estaba notando el embarazo y cada vez que la miraba me sentía culpable, mi papá tendría que preocuparse de un bebé que no era de él, le daría un infarto si se llegara a enterar que su único hijo fue obligado a tener sexo con su esposa y que además la embarazó. El único motivo que tenía para seguir con vida era mi papá, él siempre me cuida, siempre me ayuda y yo lo ayudo a él. Cuando mi mamá murió, mi papá lloró un montón, pero lloró mucho más cuando veía a mi mamá en la cama enferma, pasaba días y noches viéndola, no dormía, apenas comía, ella era muy joven, era la mujer más hermosa que conocí en mi vida y me sentía orgulloso de ser su hijo, muchas mujeres envidiaban su belleza, hasta que comenzó con fiebre y murió.

§

Caminé por varias partes, habían muchas familias y tenían muchos niños, una escuela muy grande, tiendas donde vendían ropa, se veían vestidos largos con colores fuertes, zapaterías, había un bar y por lo que vi de lejos, un burdel. La mayoría eran casas.

Como a mi papá ya le habían pagado de antemano, me dio un poco de dinero por si necesitaba algo, así que cuando salí me lo llevé. Me compré un pan dulce, tenía canela, estaba fresco y sabía muy bien. Recorrí todo el lugar hasta llegar al final, en donde un bosque enorme, no se veía nada, solo árboles. Me quedé parado ahí, mirando la naturaleza mientras me comía el pan, después me adentré un poco para no escuchar a las personas, necesitaba estar solo.
Me senté en el pasto al lado de un árbol gigante, suspiré profundamente y saboreé la canela, era suave y el pan estaba esponjoso.

(...)

- Hola - escuché de un costado - Hola - levanté la mirada y vi frente a mi, a mi profesora, la profesora Barb, no sabía que decir porque estaba impactado, y solo atiné en pararme de un golpe y tartamudear.
- ¿Qué hace usted acá?
- Ahora vivo acá, pero no dentro del pueblo, hay mucha gente y no me agrada, mi casa está después de unos cuantos árboles, al lado de un lago, ¿y tú qué haces aquí?
- A mi papá le dieron un mejor trabajo y nos tuvimos que cambiar para acá, llegamos ayer en la noche
- Vaya, que coincidencia - miró hacía alrededor lentamente - ¿te gustaría ir a almorzar a mi casa?

Accedí. Mi corazón latió con fuerza y mi estómago se apretó, me sentía muy feliz y ansioso por hablar con ella después de mucho tiempo. Andaba con un vestido color azul oscuro, no tenía muchos detalles, el corsé hacía que su pequeña cintura resaltara y que sus senos se levantaran, me gustaría saber como se saca el vestido por si es que alguna vez pueda hacerlo yo.

Llegamos a su casa y me llevó directo a la cocina, mientras cocinaba conversábamos, ella me contaba lo que había hecho estos últimos meses para embellecer su casa y su jardín, tenía la casa llena de macetas con flores, ella era la flor más hermosa que había en ese lugar. Mientras hablaba, yo me fijaba en como sus labios se movían y como su boca probaba la comida que ella estaba preparando.

- ¿Qué tal están las cosas en tu casa? ¿Todo sigue igual?
- Amm... sí, o sea - me quedé callado unos segundos y ella se volteó a mirarme - mi madrastra está peor que antes conmigo, y hace unos meses le reveló a mi papá que estaba embarazada, ese mismo día mi papá habló conmigo y me preguntó si la había visto con alguien más, porque él no había hecho nada con ella hace mucho tiempo, porque solo se dedicaba a trabajar, encontró extraño que ella saliera con eso...
- ¿Y tú crees...?
- Es lo más probable... después de que mi papá salió de mi cuarto, unos minutos después entró ella enojada preguntándome si le había dicho algo, obviamente le dije que no hice nada y se volvió a burlar de mi, diciéndome que era torpe e ingenuo
- Esa mujer está muy mal de la cabeza, deberías decirle a tu papá
- Él está muy ocupado por su trabajo y no quiero ponerle más carga encima, prefiero enfrentarlo solo
- Ha pasado mucho tiempo en el que te has convencido diciéndote eso y no has logrado nada, lo único nuevo que apareció fue un feto en el que probablemente tú eres el padre, eres demasiado joven como para tener tanta carga encima y deberías deshacerte de eso
- ¿Y cómo lo hago?
- Podrías irte de ahí, o sacarla a ella de ahí
- ¿Y mi papá? ¿Qué hago con él?
- Si le cuentas todo, él entenderá, si te ama lo suficiente es probable

La miré por unos minutos y le encontré toda la razón, lo único que hice fue traer un bebé al mundo, un bebé que no hice con amor y que quizás sufra estando con Sally. La profesora no dijo nada más y me entregó un plato con la comida que hizo, olía muy bien.

§

Pasaban las semanas y ya me empezaba a acostumbrar a la nueva casa, cada vez que no quería estar allí, me iba donde la Srta. Barb, conversábamos mucho, yo le ayudaba a sembrar semillas y a cambiar de lugar las flores, sacándolas desde sus raíces para que no murieran, tenía un gatito color blanco llamado Copito y era grande y gordo, era bonito pero siempre estaba enojado.
Mis sentimientos hacia ella crecían más y más desde que comencé a verla, empecé a olvidar mis problemas de la casa y solo me enfocaba en ella.
Mi madrastra estaba sospechando lo que estaba pasando y varias veces no me dejaba salir, me decía que pasaba mucho tiempo afuera y que yo tenía mis responsabilidades, yo siempre terminaba mis deberes antes de irme, pero ella seguía insistiéndome.

Un día en la tarde, en el que logré salir de mi casa, me quedé sentado afuera con la Srta.Barb en el pasto, traía puesto un vestido que solo usaba para arreglar su jardín y por eso estaba siempre sucio. Miraba las flores detenidamente y veía como los bichos y las abejas se les acercaban, ella me decía que no les hiciera nada porque así era la naturaleza, solo había que cuidar que algunos animalitos no se comieran los pétalos.

- No me has dicho nada en todo este rato, siempre me hablas y me cuentas historias
- A veces me gusta estar en silencio, y me siento cómodo de estar así aquí con usted

No la miré en ningún momento, solo me preocupé de sacar la hierba mala que no dejaba crecer a las plantas. Ella no me contestó, solo suspiró.
Me tomé un momento para pensar, analicé, lo volví a pensar, analicé de nuevo y hablé.

- Creo que estoy muy enamorado de usted

VINTAGE [Soobin (TXT)] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora