¿Y si buscas un novio?

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-Ahhh ahhh - Suigetsu hacía su berrinche diario mientras, con desgana, dejaba caer todo su peso sobre la espalda del morocho, quien se balanceo un poco ante la repentina acción. Con un suspiro, más hastiado que de cansancio, Sasuke se removió para sacarse ese peso extra.

- ¡Quítate de encima! y callate. Molestas - Suigetsu resopló y se movió.

- ¡Es que la fila no avanza! ¿Porque no se apuran? - dijo elevando un poco la voz con toda la intención de ser escuchado por quienes estaban más adelante.

Sin embargo, no era necesaria tal acción porque, aún sin gritar, ya varias personas, por no decir muchas, les prestaban atención a esos dos apuestos chicos desde que habían entrado a la cafetería. Algunos los miraban divertidos, al ver como se ponía el castaño cuando tenía hambre. Otros cansados, dandole la razón en silencio, ya que verdaderamente ese día se estaban tardando más de lo común.

Sasuke viró los ojos, ignorando a todos, y miró a Suigetsu. Realmente ese día no tenía la paciencia para aguantarlo.

- Cállate - dijo serio. Cualquiera podía notar la molestia en su voz y el castaño no era la excepción.

Suigetsu lo reparó lo suficientemente despacio como para no ser escuchado, pero se decidió por darle su espacio y seguir hablando/quejándose con los otros chicos que estaban con ellos.

Por su lado, Sasuke agradeció el "silencio" y se dispuso a seguir ignorando a todo el mundo.

En esos momentos no tenía mente más que para darle vuelta a la idea de conseguirse una novia lo suficientemente desagradable para sus padres.

Por cuarta o quinta vez, desde que pisó el comedor de la escuela, recorrió con la mirada todo el lugar. Intentaba encontrar a alguna chica que encajara con lo que él buscaba pero nadie parecía hacerlo.

A este paso ya se estaba planteando la posibilidad de buscar a alguien que no fuera del colegio pero ¿Cómo explicaría conocerla? Porque él no era de salir mucho, a menos que sea con los chicos. De lo contrario, prefería quedarse en la tranquilidad de su casa, leyendo un libro o jugando con la play. Además, ese último mes eso se había agravado ya que, como su padre quería muy buenas notas en su libreta, había estado encerrado mas tiempo estudiando. Ese había sido el trato para no insistir en que dejara al equipo de baloncesto. Así que ¿Cómo podría tener una novia fuera del colegio si ni siquiera salia? Eso definitivamente no sería creíble.

Aunque, en vista de que en el instituto no parecía haber nadie de su agrado, talvez debería ir inventado alguna muy buena escusa para tener una pareja fuera de este.

- ¿Aún no encuentras a nadie? - preguntó en voz baja Suigetsu luego de unos minutos. La fila ya había avanzado y ya casi era su turno.

El castaño no tenía que ser un adivino para saber lo que pasaba por la cabeza de su amigo. Y en vista de que su irritación no iba a mermar, prefirió intentar ayudarlo antes de que ésta aumentara.

Sasuke negó con la cabeza. Se había pasado todas las horas de matemática y las de inglés pensando en alguna candidata, pero las que se les ocurrió no le convencían.

- ¿Que tal Karin? -

- No, ni loco. No la soporto - respondió al instante.

Esa opción no tenía ni que nombrarse, a pesar de que sería una de las más fáciles.

La pelirroja no escondía, cuando estaban a solas, lo mucho que el morocho le atraía, y no perdía oportunidad en tirarse sobre él. Ni aún cuando había estado en una relación con Sakura, quién era una de sus amigas.

Sé mi novio (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora