La Casona

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— ¿Porque dijiste eso idiota? ¡Por poco y nos descubren! — el susurro de Naruto, que más parecía un grito contenido, llegó hasta los oídos de Sasuke, haciéndolo molestar un poco más.

— ¡No fui yo quien invento una historia tan patética! — le respondió entre dientes.

Naruto resopló.

— ¿Patética? La historia está genial y parece bastante normal ¡¿Qué tiene de patético?! — le contestó mientras su cuerpo se movía ágilmente esquivando a un tipo que iba cargado de un montón de libros.

Las cejas de Sasuke se fruncieron aún más. Con pasos rápidos se metió por otro de los pasillos de la biblioteca con Naruto siguiéndolo de cerca.

— ¡Nunca me he emborrachado. Nunca presto mi celular. Y definitivamente nunca estaría como tonto esperando a que tú te me confieses si es que siento algo!

— Ese no es mi problema. Mis amigos ya escucharon esta versión y es la que se queda.

Ahora fue el turno de Sasuke de resoplar mientras blanqueaba los ojos.

— Que idiotas si se creen algo así.

Al escuchar esas palabras, Naruto, que ya caminaba a su lado, extendió un brazo y agarró con un puño el cuello de la remera del Uchiha. Ambos se detuvieron y sus ojos se enfrentaron en una lucha silenciosa.

— Con mis amigos no te metas— al dejar salir dichas palabras su agarre se apretó más y la tela bajo su mano se arrugó — Te hubieras inventado tú una historia.

A pesar de que en este momento el rubio se veía realmente intimidante, Sasuke estaba lo suficientemente molesto como para ignorar ese hecho.

— ¡Podrías haber dicho cualquier otra cosa!

— ¿Cómo qué? No es como si hubiera tenido el tiempo del mundo en pensar en una bella historia de amor que te complaciera.

Sasuke gruñó y, empujando la mano del rubio, se soltó del agarre y comenzó a caminar hacia la salida de la biblioteca.

Afuera el sol había salido y se encontraba en la parte más alta del cielo. El calor de los primeros días de otoño contrastaba con el fresco clima que había dentro de la biblioteca.

— ¿A dónde vas? — preguntó Naruto que lo seguía de cerca.

— A buscar algún lugar para seguir con el estudio ya que a un idiota se le ocurrió salir del único lugar en donde podríamos hacerlo.

— Pfff ¿Y que querías que hiciera? ¿Qué nos quedaramos ahí, respondiendo preguntas tras preguntas? Está muy claro que no nos conocemos ni un poco… y que me patearas como un crío cada vez que diga algo que no te gusta —

Sasuke se volteo al escuchar esa última frase. De sus ojos parecían salir chispas del enojo.

— ¿Qué has dicho?

— Que eres un crío — dijo deteniéndose frente a él.

— ¡Tú eres un imbécil que no sabe inventar historias!

— Por lo menos no soy una nenita que no sabe fingir ¡¿Qué tanto te costaba quedarte callado?!

— ¿Y quedar como un débil chico inseguro que necesita que alguien más tome las riendas de su vida? Ni loco.

— ¿Que mierda dices? ¡No quedabas así!

— ¡Claro que si! "estuvimos probando por un tiempo, pero luego decidí pedirle ser mi novio para formalizar las cosas" — le recordó lo que había dicho— ¿Porque no mejor dijiste "espero por mi tan mansamente hasta que decidí pedirselo"? básicamente era igual. ¿De que mierda te ríes idiota?

Sé mi novio (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora