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Naruto esperaba impaciente a que la hora de historia terminara rápido. Quería acabar con todo lo antes posible y saber si tendría la ayuda del Uchiha en matemáticas o, de lo contrario, tendría que ir él ideando algún plan estúpido para que sus padres no lo castigaran.

Miró una vez más hacía donde se encontraba sentado el morocho. Desde esa distancia podía ver claramente como anotaba algo en su cuaderno mientras hablaba con su amigo, un tipo igual de popular por hacer sus fiestas.

¿En serio estaba considerando aceptar la propuesta del Uchiha?

Nunca se le había cruzado por la cabeza acercarse a él y mucho menos por algo así.

El mundo estaba loco, él incluido.

El timbre sonó y con eso la clase concluyó. Rápido, guardó sus cosas y se dirigió hacia la salida para esperar a que su compañero saliera.

— Uchiha — llamó al ver como el pelinegro salió seguido de sus amigos. Al instante, llamó su atención y la de otros muchos curiosos— ¿Qué tanto miran? Lo llamé a él, no a ustedes — dijo un tanto irritado. Si fuera un día normal, los ignoraria. Pero en ese momento no quería tener cerca a un montón de chismosos.

Al instante, percibiendo la creciente molestia del rubio, varios empezaron a irse sin querer ser el foco de atención del chico, dejando solos a ellos dos y a los amigos del pelinegro.  

— Bueno, nosotros nos vamos —dijo Suigetsu notando al instante que ellos no era bienvenidos ahí. Ni por Naruto ni por Sasuke, quien de seguro quería que lo dejaran solo.

— ¿Qué quieres con Sasuke? — pregunto Juugo dando un paso al frente, como si pretendiera intimidar al rubio.

— Lo que sea que quiera no es asunto tuyo — respondió el Namikaze sin amedrentarse.

Juugo frunció el ceño ¿Acaso su amigo se había metido en algún lío con el chico frente a ellos?

— Pues si te metes con él, te metes conmigo.

Naruto lanzó un bufido pero antes de que pudiera decir algo Sasuke se le adelantó.

— Juugo, basta. No pasó nada. Vayan a la cafetería, en un rato voy —al pelirrojo no pareció agradarle mucho la respuesta, parecía querer decir algo pero antes de que una palabra saliera de su boca Suigetsu ya se lo estaba llevando junto con Tenten y Hinata — Bien ya estamos solos ¿Qué querías? — preguntó recargándose en la pared. Parecía tranquilo, aunque la verdad era que ya quería escuchar si tendría novio o no.

— ¿Solos? — respondió Naruto elevando una ceja mientras daba un leve vistazo a su alrededor. Sasuke hizo lo mismo y entendió a lo que se refería. Estaban rodeados de curiosos que disimulaban mal —Vamos —no espero respuesta y empezó a caminar hacia un lugar que sabía iba a estar desierto a esas horas.

Silencioso, el Uchiha lo siguió hacia una de las zonas verdes del instituto. Estaba rodeado de árboles y no se veía a nadie por los alrededores. Conocía el lugar, era uno de los patios internos más tranquilos del colegio y el menos pintoresco, pues estaba mucho más descuidado que todos los otros.

— Entonces ¿aceptarás? —Sasuke habló mientras el rubio se recargaba en uno de los árboles.

— Solo para dejar las cosas en claro ¿Qué tipo de relación quieres que finjamos? ¿Solo ser novios frente a tu familia? O no se… ¿Qué es lo que habías pensado?

Tal vez la idea de tener al mejor alumno de matemáticas enseñándole era lo suficientemente tentadora como para aceptar pero no pensaba meterse en la boca del lobo sin antes estar seguro de que era lo que le esperaba. Puede que estuviera exagerando en comparaciones pero, para él, era el único modo en que podía describirlo.

Sé mi novio (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora