Night Party [Satzu]

Thirteen

El plan de Sana ya estaba hecho lo único que faltaba era el cuando lo haría, pues aún no se atrevía a preguntar a Tzuyu cuando saldrían por ese helado que le debían.

Al parecer por lo que se había estado hablando con Momo, Jihyo y Mina. Todas opinaban en que debía ser algo que ella no se espere aún. Supuestamente quedaron en que las dos mayores harían el cartel y Mina se encargaría de adornar el lugar donde sería, mientras ella llevaba a la Taiwanesa por un paseo en el hermoso atardecer comiendo un helado y finalmente llegar al lugar acordado y pedirlo ahí.

Pero claro para Sana esto no era tan fácil, pues al pasar los días y aun no programar nada le ponía los nervios de punta con tan solo imaginarlo.

Al mismo tiempo la pelirrosa pensaba en sí sería buena idea darle a su menor un pequeño detalle, solo para volverlo algo más especial, la única pregunta era ¿Qué podría darle? Ella no tenía asegurado aún los gustos de su menor, pues, a pesar de conocerla en su mayoría preferían hablar de otras cosas que no fuera de lo más común en las personas.

Aún con esa y más dudas, se dio cuenta que esto lo haría porque siente algo muy fuerte por su menor, pero, si lo analizaba bien, todo se lo debía a Dahyun, su buena amiga que fue la que le invitó incontables veces a su casa, donde ahí fue que conoció a la chica que se ganó su corazón.

¿Estaría mal pedirle a Dahyun ayuda con esto que traía en mente? ¿La más pálida se molestaría de que su prima y su amiga empiecen a salir? Bueno eso era algo que todavía no podría asegurar puesto que aunque ya teniendo algo preparado primero faltaba que Tzuyu quiera algo serio con ella.

Sin querer esperar más y seguir matando su cabeza la japonesa procedió a sacar su celular para así poder llamar a su amiga, no muy convencida de lo que estaba haciendo pero sabiendo que era algo necesario.

—¿Bueno? —Atendió la coreana al instante sin siquiera fijarse en quien llamaba.

—Hola Dahyun-ah —Contestó inmediatamente al saber que fue atendida, pero con la preocupación siempre presente. 

—¡Oh! Sana, ¿Cómo estás? Ya no te vi después de esa salida que tuvimos. —Termino diciendo la menor de ambas haciendo una mueca de tristeza a pesar de saber que se encontraba sola.

—¿Yo? Estoy bien, si eso. Bueno llamaba para decirte si puedo pasar a tu casa en un rato. Lamento haberme desaparecido esa noche. —Al parecer todo estaba tomando un rumbo perfecto, o al menos eso quería creer.

—Ah si, claro que puedes venir, ya sabes que cuando gustes. —Dahyun formó una sonrisa sonando segura en su voz.

—Genial, entonces te veo en un rato, tengo que decirte algo. —Y fue ahí cuando el tono de voz de Sana salió con nerviosismo.

—¿De verdad? ¿Algo bueno o malo? —Ya con más curiosidad quiso saber la chica al otro lado del teléfono.

—Depende de como tú lo tomes. Bueno te veo en tu casa. —Sana no aguanto con la misma presión que ella misma se puso y termino colgando sin esperar una respuesta a cambio.

—Muy buen tranquilizate, allá vamos. —Se dio ánimos a si misma para lo que venía no sabiendo si sería para bien o mal.

🌸🌈🌸

Una vez Sana llegó a su destino no perdió ni un segundo más tocando la puerta esperando ser atendida.

—¡Sana! Llegaste rápido, vamos pasa pasa. —La menor rápidamente se hizo a un lado dando la entrada a su amiga, quién eso hizo para así enseguida ambas ir al sillón para poder hablar tranquilamente.

—Gracias. —No dijo nada más puesto que sus nervios subieron de nivel.

—Bueno y que era lo importante que debías decirme, sabes que te apoyaré verdad. —Dahyun una vez terminado de hablar extendió su mano a la contraria dando un leve apretón dándole a saber que estaba con ella.

—Muy bien, yo tengo que decirte algo.

—Eso ya lo sé, a eso venías, vamos no creo que sea tan malo, ya sueltalo.

—Yo... Quiero, es que mmm como lo digo, es algo que tiene que ver con Tzuyu. —Por fin pudo decir algo que sonará algo coherente.

—¿Tzu? Ella que tiene que ver en esto, no entiendo, ya dilo, no le des tanta vuelta al asunto.

—Ah —Termino suspirando la Japonesa ya decidida a ser directa. —Dahyun. A mí me gusta Tzuyu y quiero pedirle que sea mi pareja oficialmente, pero no quiero que te molestes conmigo porque me enamoré de tu prima.

—¿¡Que tú qué!? —Dahyun se levantó al instante con los ojos demasiado abiertos de la gran sorpresa que no se lo esperaba.

—Ah rayos, ¿Estás molesta, cierto? Ah sabía que esto sería mala idea. Disculpa Dahyun pero yo de verdad la quiero.

—No, no estoy molesta solo asombrada, sin duda era algo que no me esperaba. Tú..... ¿Eres correspondida por mi prima? —Aun perdida por la declaración dicha, volvió a tomar asiento en donde segundos antes estaba.

—Yo, si, quiero decir eso es lo que quiero creer puesto que antes se lo confesé y me correspondió pero no quedamos en nada formal.  —Ya casi queriendo llorar de frustración por así decirlo, bajo su mirada sintiéndose indefensa ya con su amiga.

—Muy bien, pues entonces si se quieren yo no tengo ningún problema, si ambas son felices así me toca apoyarlas, no es así. —Dahyun más tranquila abrazo a su amiga haciendo saber que le comprendía.

—¿ Eso quiere decir que no te molesta que quiera algo con ella ?

—Para nada. Solo exclamé sorprendida porque me lo esperaba de ti que dijeras eso pero no de Tzu. —La menor soltó una pequeña risa sabiendo que todo estaría bien si su amiga y prima querían esto, pues ella quien es para negarles su felicidad.

—Ah pues entonces que bien que nos conoces. —Ya más tranquila levanto la mirada mostrando una sonrisa.

—Ya, tu tranquila ahora vamos por dulces.

Cuando ambas chicas se pararon y dieron la vuelta percibieron a la mayor haciendo un pequeño baile de la felicidad al final del pasillo.

—¿Jeong? ¿Que se supone que haces? —Pregunto la menor a su hermana.

—Ah —Dándose cuenta de que fue descubierta la mayor dejo de bailar para así acercarse al par de amigas. —Sana, ya sabía que ustedes se traían algo, gracias por confírmamelo —Chillo emocionada para poder abrazar a la Japonesa.

—Cuenta conmigo para lo que quieras, ¿ok?

—Si lo que dijo ella, igual yo.

—Ah ¿Gracias?

Bueno eso no fue tan malo como ella pensaría que fuera, de hecho fue mejor de lo que se esperaba, ahora ya tenía a dos personas más para su ayuda. Este plan seguirá siendo perfecto.