Fourteen

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—Oye Tzu no has pensado en lo que la otra vez platicamos, lo de que te casaras con Sana.

—Ja, ja. Muy graciosa Chae. —Dijo con algo de sarcasmo la menor de ambas.

—Bueno, ya, dejaré de jugar. Pero hemos ya hablado de esto varias veces y aún no me dejas claro qué es lo que tu sientes por ella.

La pelinegra quería saber acerca de los sentimientos de su amiga hacia la ya mencionada, pues Chaeyoung gracias a Mina supo lo que tenían ya planeado hacer dentro de unos días. Pero claro estaba que ella no contaría nada aún porque no quería arruinar la sorpresa.

—Pues. ¿Que te digo? Creo que ya es algo seguro lo que tengo, me gusta desde hace tiempo y últimamente estos sentimientos únicamente han crecido. Solo esto se intensifica y Sana es quien lo logra. —Terminó suspirando la menor satisfecha con su propia respuesta.

—Wow, nunca creí verte tan decidida en algo o en este caso alguien. —Chae procedió a limpiarse una lágrima falsa como si cayera por su mejilla. —Cuanto has crecido.

—Ya~ sigo igual, necesitarías tu crecer yo ya no. —Ahora con un tono de burla de defendió la Taiwanesa.

—¡Oye! Te pasaste. —La de más baja estatura reclamo pero al escuchar las carcajadas que se tenía su amiga no se aguanto y terminó siguiéndole el juego.

🌸🌈🌸

—Bueno ya que estás hoy aquí nos puedes decir en qué ayudamos.  —Hablo la mayor estando recostada en el hombro de su novia.

—Mhm, ustedes que más la conocen siendo su prima. ¿Que podría regalarle? —La Japonesa ya estaba más tranquila tras haber podido hablar con ambas chicas sobre su tan esperada declaración. Lo que más le agradaba era que estaba recibiendo más de la ayuda que ella siquiera pudo pedir.

—¡Oh! Regálale algo que pueda usar eso la haría enormemente feliz. —Sugirió Dahyun con demasiada emoción.

—Oye no lo había pensado —Opino de acuerdo la mayor.

Al parecer las dos hermanas coincidían que sería lo mejor más sin embargo a pesar de que la japonesa pensó que no era mala idea por ahora no era lo indicado. Puesto que ella buscaba poder darle algo especial con lo que le recuerde siempre el cuánto la quiere.

—Nayeon ¿Alguna idea? —Pregunto la encargada de todo a la chica que no había mencionado palabra alguna desde que llego.

—Ahm. —Nayeon se quedó pensando un rato hasta que volvió a hablar. —¿Peluche? ¿Ropa? ¿Collares de pareja? ¿Globos? No se me ocurren ideas.

—Dale todo junto, así si no le gusta algo ya tiene otra cosa. —Dio su punto de vista la más pálida.

—Pero... ¿No todo es mucho? —Se pregunto la pelirrosa viendo que sería todavía más tardado buscar todo.

—Dahyun-ah, se supone que para eso pide ayuda para no dar de todo y que use lo que más le guste. —Reclamo la mayor a su hermana.

—Bueno ya, lo siento. Mejor que se queden los globos y el collar. —Ya diciendo menos cosas, la menor pareció ver qué convenció a el resto de la habitación.

—Eso suena bien. —Siguio Sana estando de acuerdo con la ahora nueva idea.

—Opino lo mismo. Sabía que era buena idea que vinieras cariño. —Continuo Jeongyeon dando un abrazo a su pareja.

—Bueno y ahora es hora de ir por las cosas, las veo luego, bye. —La japonesa se levantó de golpe una vez terminada su plática para así ya dirigirse a buscar lo ya acordado.

🌸🌈🌸

Ya era casi de noche y la pelirrosa ya tenía todo listo y con todo acabado, pues, por lo que había hablado con las chicas el cartel estaba ya realizado y la decoración del lugar ya la habían conseguido.

Distraída por venir en el celular contestando el mensaje que le envío Mina chocó con alguien logrando que cayera al piso.

—¡Lo siento! —La japonesa levanto la cabeza llevándose una sorpresa que sin duda no se esperaba. Tzuyu era con la que había chocado y por la sorpresa en el rostro de la menor supuso que está tampoco se había dado cuenta de por dónde iba. —¿Tzuyu? ¿Te encuentras bien?

La mayor ayudo de inmediato a qué la Taiwanesa pudiera estar de nuevo de pie asegurándose que estuviera en un buen estado.

—Sana, gracias. Si estoy bien no te preocupes. —Tzuyu le dedico una pequeña sonrisa tranquilizando a la contraria dando a entender que la caída fue solo un accidente. —¿Que es lo que hacías acá? ¿Y esa bolsa? —Se atrevió a preguntar de igual forma que señalaba aquel objeto que llevaba en la mano.

—A-hm ¿Yo? —Tras la pregunta que le dio no supo bien como reaccionar y contesto lo primero que le llegó a la mente. —Son cosas de Dahyun que pidió comprará.

—Oh, era eso. Ah mi prima, bueno que se le hace. Oye ¿Tienes tiempo? —La menor bajo la cabeza poniéndose tímida bajo la mirada curiosa de su mayor.

—Claro~ ¿Que tienes en mente? —Se acercó un poco a Tzuyu logrando su objetivo de ponerla un poco nerviosa.

—Solo caminemos de regreso a casa, acompáñame ¿Por favor? —Levanto la mirada viendo directamente esos hermosos ojos que tanto le gustaban.

—Por supuesto. Vamos. —Sana extendió su mano a la contraria que fue recibida con mucho gusto y se encaminaron al lugar ya dicho.

A todavía unas cuadras de llegar ninguna decía nada. Lo que se agradecía era que no se formó uno de esos silencios incómodos que normalmente llegan a suceder. Sana fue la primera en hablar para romper el tranquilo silencio.

—¿Cuando salimos por ese helado que quedamos? ¿Umh? —Pregunto con curiosidad esperando tener una respuesta pronta.

—Amh, he estado un poco ocupada con la escuela últimamente. —Hizo una pequeña mueca de disgusto. —Pero que te parece si nos vemos este viernes como a las... ¿Seis? Sirve de que terminó unos trabajos. ¿Que opinas?

—Para mi perfecto. —Dijo Sana con una sonrisa espectacular en su rostro, demasiado satisfecha con su ya programada salida. —Me encantaría salir contigo ese día, seguro nos divertiremos. Ahora vamos rápido a dejarte que se hace tarde.

—Me parece bien.

Y tal como fue dicho la mayor dejo a su próxima novia -o eso esperaba- en su casa a salvo y ella rebozando felicidad y emoción por todos lados, ya quería que el viernes llegará, sin duda alguna sería espectacular.

Night Party [Satzu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora