Suerte Coincidir

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 "Me duele... no puedo respirar... hace frió aquí."

*****

-Bien, quien va a conducir de regreso. - preguntó con una sonrisa, la pelirroja que conducía el camión a toda velocidad por la solitaria carretera de camino a la ciudad.

-Safó. - exclamó desde atrás uno de sus acompañantes.

- ¿Por qué siempre tengo que conducir yo? -

-Porque Bucky y yo si sabemos divertirnos, aparte que por eso viniste ¿No? – sonrió la pelirroja.

-Enserio Nat, llaman divertirse a estar más ebrios que una cuba. – Negó con la cabeza, observando hacia afuera por la ventanilla.

- Ya Steve, deberías dejar de lado tanta moralidad y dejarte llevar, consigue un bonito omega para pasar la noche sin culpa. Ellos están ahí por que buscan lo mismo que nosotros.

- El control es lo único que nos diferencia de los animales. Salir y buscar un pobre omega necesitado no es divertido y no estoy interesado. – Odiaba ver a un omega suplicando por un poco de atención, eso era denigrante y lo molestaba.

-No, lastimamos a nadie. - Murmuró la pelirroja. – Además, que de malo tiene disfrutar un poco con el placer que ellos experimentan. Tu menos has visto a un omega tener un orgasmo.

-Steve son a cosa más bonita que hay. De solo pensarlo hasta se me eriza la piel. - Se estremeció Bucky.

- Mientras mantengan en su mente el respeto, no me importa con cuantos omegas se revuelquen. Y manténganse lejos de mis malditos asuntos.

-Santurrón.

-No lo creo. Me parece que a Steve le van más los alfas o que dice Peggy. – avivo el fuego la pelirroja.

- ¿Que tiene que ver Peggy en esto? – pregunto Bucky inclinándose entre ambos asientos.

-Si a Steve no le gusta aprovecharse de los omegas en celo. ¿Acaso piensas que usaría uno para el suyo propio? ¿Quién crees que le calienta la cama? - preguntó con una sonrisa picara en los labios, poniendo al otro a pensar.

-Peggy. Nuestra Peggy, nunca en la vida. – Esa chica era tan ruda como para patear el trasero del alfa más malo en la región, no los imaginaba juntos. No ni siquiera quería imaginarlos haciendo esas cosas. Sacudió su cabeza fervientemente.

-Basta dije que..., deja de imaginar estupideces Bucky. - Iba a golpear a su amigo, pero algo afuera exploto y la camioneta se sacudió sin control.

-¡Mierda! – Exclamó la pelirroja aferrándose al volante derrapando en la carretera después de que un neumático explotara. –¿Chicos están bien? - preguntó exaltada buscando a ambos con la mirada después de que logro controlar el camión.

-Mi cabeza. - refunfuñó Bucky sosteniéndola con ambas manos.

-Estoy bien, por eso tienes que usar el cinturón. Bajare a revisar el neumático. Espera aquí Nat, Bucky tu ven conmigo.

-Estoy herido Steve...- Lloriqueo aun con el punzante dolor torturando su cabeza.

-Trae el repuesto...- Le ordenó, sacando el gato hidráulico debajo de su asiento.

-Deberías ser más caballeroso con las damas, así que mueve ese bonito trasero Buck y lleva el repuesto. - le guiño el ojo, dándole unas palmadas a su trasero cuando este intentaba bajar.

-Dama, eres una alfa tienes la misma fuerza que nosotros ¿por qué siempre me toca a mí hacer el trabajo sucio? – Riñó trepándose en la caja de la camioneta para buscar el neumático de repuesto.

Renuente AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora