Obnubilación. Desastre previo de enamorarse.

537 65 26
                                    

No sabía cuánto tiempo había pasado, perdió la noción del mismo después del tercer orgasmo, ahora aún somnoliento y completamente desnudo, estaba revolcándose nuevamente en el delicioso aroma del alfa. Era frustrante la insuficiente satisfacción que le brindaban las feromonas alfas flotando en el aire de la habitación, lo volvía loco. Sabía que tenía que parar y salir pronto de ahí, pero el simple hecho de pensar en huir, dolía.

Tony se estremeció cuando la esencia del alfa se intensifico repentinamente instigándolo a gemir, entonces su nombre fue pronunciado por la profunda y erótica voz de Steve.

Quien por su parte logró contener el gemido que casi se le escapa al inhalar la mezcla en el aire del intenso olor a semen y feromonas de su compañero que perezosamente se revolcaba las sabanas de su cama.

Era la cosa más sensual que había visto en toda su desgraciada vida y su confinado amigo apretándose dentro de sus pantalones lo confirmaba. – Tony... - Jadeo finalmente ante la maravillosa vista, dándose cuenta de ello hasta que los hinchados ojos del omega se fijaron en él.

-¡Steve! Yo... lo siento. – Mintió totalmente al disculparse. Se sentía tan agotado para sentir vergüenza, a pesar de eso, el fuerte olor y la voz del alfa lo tuvieron listo en un segundo para la copula del apareamiento.

-No tienes que lamentar nada, hubiera preferido que esto no...

-Está bien. No tienes que aclarar nada, sé que no gustas de mí. Pero talvez... solo una vez, por favor. – Aunque las palabras de Steve dolían un poco, en estos momentos lo único que deseaba sin remedio era que las manos del hombre recorrieran su cuerpo hasta quedar satisfecho. - Podemos hacerlo solo una vez.

- No creo que sea lo correcto, en esta condición tu...- Podía estar escupiendo todas esas palabras, pero los últimos días la simple presencia de Tony lo había vuelto loco a cada segundo y ahora en su celo, eran una seductora tortura. – No es correcto. – Negó con la cabeza, apartando la vista del desnudo cuerpo sobre su cama, tragándose las ganas de sostenerlo entre sus brazos.

-Por favor solo una vez, solo esta vez y puede ser tan rápido como lo necesites, antes use mis dedos así que no tienes que perder el tiempo con ello. – Comenzó a acariciarse a sí mismo, jadeando y lloriqueando ante la necesidad. Jamás había deseado tanto ser acariciado por alguien y ahora que lo deseaba de la manera tan enferma en que lo hacía, muy seguramente no pasaría. Se sentía tan enfermo y abrumado que la necesidad recorriendo su cuerpo lo hizo llorar de frustración. – Por favor... - Extendió su mano manchada en fluidos hacia Steve, pero este solo se limitó a observarlo. Intentó ignorar el pinchazo doloroso en su pecho provocado la indiferencia de su alfa, pero le fue imposible, jamás en su vida había deseado tanto a alguien como lo hacía con él hombre y ser rechazado dolía más de lo que podía imaginar.-Te lo ruego...- Después de esperar a su compañero por tanto tiempo, no se suponía que tenía que ser así, no debería suplicar para que lo tomara y tampoco era lo que había esperado.

Steve recogió toda la escasa voluntad que le quedaba y trato de mantenerse firme, le fue tan difícil descubrir que no tenía la fuerza de voluntad que tanto presumía.-Lo siento Tony...- Sabia que necesitaba poner una gran distancia entre ambos. -No puedo hacer esto, pero si mi habitación te hace sentir mejor puedes quedarte aquí, mientras busco tus medicamentos. – Pero el invisible hilo del destino seguía tirando de él en lo profundo de su ser.

-No necesito medicamentos, solo a ti. ¿Porque no quieres hacerlo conmigo? Ningún alfa se resiste a un omega. Tu eres mi alfa, entre todos eres el único que jamás debería rechazarme. – Su cuerpo temblaba de necesidad, dejo de tocarse a sí mismo y solo se sentó a media cama observando fijamente a Steve, mientras el calor lo consumía todo en él. - ¿Te soy repulsivo? ¿Eso es porque te gusta Peggy? Por eso a ella si la dejas impregnarte con su olor cuando le haces el amor. - Las piernas le temblaba, cuando se arrodillo estirándose para intentar alcanzar al alfa por segunda vez. - Yo no pido tanto, no tienes que hacer el amor conmigo. Solo... - Se mordió el labio, no lo quería así, pero si era lo único a lo que podía aspirar, lo tomaría. - Solo cógeme como a cualquier otro y después olvídalo, cuando todo acabe lo olvidare también. – Quería creer que guardaría el bonito recuerdo en su mente, pero era probable que olvidaría todo cuando el celo desapareciera. - ¿Puedes sostenerme un poco en estos momentos? eres mi alfa has esto por mí una sola vez. Te necesito... necesito que me ayudes... por favor... – Jadeo apoyándose con su mano libre sobre la cama, su cuerpo comenzaba a doler de nuevo. Steve tenía que ayudarlo, aunque fuera por lastima.

Renuente AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora