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Esto lo tenia incomodo, su padre había tomado a Tony bajo su ala y literalmente acaparó a su omega durante la mayor parte del día y lo odiaba.

-Recuerda separar las piernas y pararte derecho. – Joseph corrigió la postura de Tony, consciente de la mirada de su hijo encima de ellos. - Sostén fuerte el arma y apunta, no cierres los ojos cuando dispares. Cuando estés listo aprieta el gatillo, tomate tu tiempo. – Se apartó lentamente de Tony y esperó. Unos segundos después, un estruendo retumbo en el claro.

- ¿Le di? – preguntó abriendo los ojos y buscando al padre de Steve con la mirada.

-Si que le diste, solo deja de cerrar los ojos o le darás algún compañero. – Joseph señalo a la botella hecha trizas sobre el suelo.

- Esta bien, esta bien.... No cerrar los ojos. ¿Puedo intentarlo de nuevo? – Murmuró para sí mismo.

- Creo tienes suficiente de armas cortas, podemos intentar con un rifle que te parece. – Estaba sorprendido con la puntería del chico. Literalmente había dado en el ochenta por ciento de los tiros, mejor que sus dos hijos cuando tomaron un arma por primera vez.

- No lo sé, creo que un arma pequeña es suficiente. – Era cómoda en su mano y fácil de llevar. Se posiciono y fijo como blanco la base rota de lo que antes había sido una botella.

-La armas largas son más poderosas y en un rancho como este es más fácil que encuentres armas de este tipo. – Sonrió al ver a su hijo acercarse, sigilosamente.

-Me gustan las pequeñas, creo que son prácticas. – Tony estaba listo para disparar, cuando un susurró a su oído lo sorprendió provocándole un escalofrió.

-No te distraigas. – Steve pudo ver la piel del brazo de Tony erizarse ante su voz, justo antes de que el arma se disparara. – ... ¡Vaya! Eso fue increíble, eres más bueno que yo cuando inicie.

-Estás loco ¿Qué crees que haces? Pude dispararte. – bajó el arma, satisfecho de no cerrar los ojos esta vez, a pesar de la distracción.

-Aun no eres tan rápido. – Se rio Steve cruzando los brazos.

-Vete de aquí Steve. – molestó Joseph.

-Si vete. – reafirmó Tony entregándole el arma a Joseph.

- ¿Perdón? - Su padre estaba despidiéndolo así sin más.

-Lo distraes, necesita concentrarse. – Fastidio a su hijo, realmente estaba disfrutando ver la interacción de esos dos.

- Cuando disparas un arma hay muchas distracciones, tienes que supéralo y seguir adelante Tony. – reprendió Steve, fastidiado.

-Toma el rifle Tony. – Joseph extendió el arma a Tony y este dudo un momento. - Tómala... No me queda mucho tiempo aquí y necesitas aprender con rapidez para que después solo tengas que practicar.

-Lo sé, pero tal vez podemos seguir mañana, tengo el brazo adormecido. – Pido Tony, había visto de primera mano como funcionaban los rifles y si el rebote de la pistola le producía dolor, no imaginaba como quedaría después del rifle.

-Tal vez es suficiente por hoy papá. ¿Te duele o solo esta adormecido? – Iba a tomarlo del brazo para examinarlo, pero antes de tocarlo se detuvo en el aire. – Lo siento.

-Esta bien, solo duele un poco mi hombro y la parte de atrás del brazo. – Tony se sobó y dio leves golpecitos sobre su hombro y hasta donde alcanzó en su espalda.

-Has estado haciendo esto sin parar. Vayamos a casa y pongamos algunos fomentos de agua caliente. – Ofreció apoyando las manos en sus caderas, intentando calmar las ansias de tocar al hombre ante él.

Renuente AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora