nueve

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(un par de horas antes)

"¿por qué eres tan insistente?" rodó los ojos, sin dejar de besar con suavidad el cuello del menor. "¿cuál es la diferencia entre hacerlo en tu casa o en la mía?"

jimin se restregaba contra los labios de min, soltando pequeños suspiros sobre su hombro. "tu novio podría encontrarnos en cualquier momento," sonrió. "es emocionante." sintió los dientes del mayor hundirse en su piel de repente y ahogó un grito. "mierda, yoon." gimió bajo al sentir las expertas manos de yoongi deslizarse bajo su camisa y tantear su piel. "¿acaso te pone la idea de que hoseok nos vea?"

yoongi soltó un gruñido. mordió con fuerza, dejando marcas por todo el lugar, quería que fuera imposible esconderlas. "cierra la boca." jugó con el cinturón de park, provocándolo. "eres un sucio."

el menor tomó el rostro de yoongi, haciendo que este lo viera a los ojos. "y eso te encanta." junto sus labios, deleitándose con el sabor, mientras las manos de min seguían jugueteando y robándole suspiros. hartándose de la situación, lo empujó contra la pared del probador donde se encontraban, haciendo que yoongi le sonriera con picardía.

"¿qué haces?"

park lo ignoró mientras se ponía de rodillas y desabrochaba el pantalón de su mayor. "te daré la mamada de tu vida," hablaba mientras toqueteaba la entrepierna de yoongi, ganándose un gemido ahogado. "y luego iremos a tu casa."



[...]


la verdad era que hoseok ya de nada estaba seguro. no sabia que sentía, ni donde lo llevaban sus pies. lo que si sabia era que en ese preciso momento debería estarse dirigiendo hacia su clase de investigación psicológica, pero que había optado por seguir adelante y no adentrarse al salón. de todas maneras, no habría podido concentrarse.

mientras caminaba, miraba al cielo, considerando sus inexistentes opciones. faltar a sus clases porque tenia la conciencia hecha una mierda era ridículo, de aquello estaba consciente. demonios, de pronto tenía la creciente necesidad de aventarse al rio.

pasó frente a la cafeteria donde se había encontrado a nam hace tan solo unos dias, y al ver su reflejo en una de las ventanas, se pasó una mano por el cabello, pensativo. el rubio se estaba oscureciendo, y si no lo volvía a teñir su color natural volvería a salir a la luz.

dio vuelta a la izquierda y se dirigió a la peluquería.


[...]


abrió la puerta con algo de dificultad, su respiración acelerada y con los pantalones apretandole la entrepierna. podía sentir los brazos de park abrazar su cintura y sus labios toquetear la piel de su mejilla. "¿podrías esperar a que entremos?" espetó molesto.

jimin rodó los ojos mientras reía con deleite. "¿asustado de que nos vean los vecinos?" se apartó del cuerpo del mayor, poniendo pie en la sala y admirando sus alrededores. "tienen un lindo lugar, les doy eso."

detrás suyo, yoongi cerraba la puerta y dejaba sus llaves en la mesa. "déjate de idioteces." gruñó. ¿alguien alguna vez habrá notado que min gruñía demasiado? "no te importa el lugar," se acercó al menor, quien se encontraba recostado contra la isla de la cocina, comiéndoselo con la mirada. "lo único que te importa es que te rompa el culo en la misma cama donde duermo con hoseok."

el menor cerró los ojos, luchando por hacer uso del poco autocontrol que le quedaba para no abalanzarse sobre yoongi en ese mismísimo momento. "¿qué me dices tú?" al abrir los ojos nuevamente, se encontró con el rostro de min a pocos centímetros del suyo, brazos acorralándolo contra su pecho. "¿acaso no quieres los mismo?"

sober / namseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora