dos

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"¡joonie!" su voz seguía siendo tal como la recordaba; dulce como la miel.

namjoon caminó hacia la barra, donde intercambió una mirada de confusión con seokjin, quien parecía tener tantas preguntas como él. "¿hobi?" el apodo salió de su boca con una naturalidad de la que se arrepentía.

pudo ver un pálido rubor esparcirse por las mejillas de hoseok, y este desvió su mirada, evitando los ojos de nam. "¿c-cómo estás?" tomó un segundo para que toda la
confianza que parecía rodear a hoseok desapareciera, dejando atrás a un chico que se encogía en su asiento.

por su parte, el enojo que había estado creciendo dentro de namjoon durante todo ese tiempo se desvaneció al instante, dejándolo sintiéndose vacío y sin palabras. "yo..." parpadeó un par de veces. "bien, supongo." se rascó la nuca, no sabía cómo reaccionar.

hoseok asintió, y un repentino silencio incómodo los envolvió a los tres. el rubio sin saber cómo dirigirse a la persona que lo amó por tanto tiempo y a quien había lastimado con descaro, namjoon queriendo escapar, y seokjin simplemente pensando que no tenía nada que ver en aquella situación.

"bebé." una voz grave habló detrás de ellos rompiendo el silencio, y un escalofrío recorrió a nam, pues sabía muy bien a quien le pertenecía. durante todo ese tiempo, el vivo recuerdo de las pocas palabras que le había dedicado nunca dejó su mente.

una sonrisa con forma de corazón apareció en el rostro de hoseok. "yoongi." así que ese era su nombre. "¿recuerdas a nam?"

yoongi, quien lucia una gorra que ocultaba parcialmente su rostro, posó sus ojos en el moreno. namjoon podría jurar que sintió su alma dejar su cuerpo por culpa de la mirada cargada de hielo. "como olvidarlo."

namjoon pensó que tal vez si era capaz de hacerlo, dado a que se habían topado hace unos minutos y el pálido apenas y lo vió.

"¿tienes tu bebida?" preguntó yoongi, dirigiendo su total atención al rubio, quien asintió y sacudió su café helado. "bien, ¿nos vamos?"

hoseok estaba por decir algo, pero una mano pesada cayó sobre su hombro, y todas las palabras que planeaba soltar murieron en su boca. así que solo asintió, mostrando una sonrisa apretada. "hasta luego." fue lo único que dijo, dirigiendo una pequeña inclinación de cabeza hacia seokjin, quien la devolvió dudoso.

un suave "adiós." salió de los labios de namjoon justo antes de que la pareja dejara la cafeteria tomados de la mano.

"¿qué mierdas acaba de pasar?" cuestionó seokjin mientras se deshacía de su delantal, ya había visto demasiado, y aunque faltaran cinco minutos para que terminara su turno, estaba listo para marcharse.

"créeme, no tengo idea."

[...]

"déjame ver si entendí," el azabache hablaba juntando sus palabras. "el chico que te engañó, llegó a la cafetería donde trabajo, y al verte actuó como si nada hubiera pasado." la cerveza a medio tomar que sostenía en su mano viajaba de lado a lado con los movimientos bruscos de su muñeca, y un poco de líquido frío empapó los zapatos de nam. "y luego su novio llegó y se lo llevó."

namjoon rodó los ojos y asintió, había perdido la cuenta de las veces que seokjin había dicho aquello. el mayor enserio era malo con el alcohol. "si, seokjin, eso fue lo qué pasó."

el mayor de ambos chicos soltó una carcajada, inclinándose hacia atrás en su asiento. "tu vida, amigo, es una mierda." siguió riendo por si solo, sacudiendo la cabeza mientras lo hacía. "¿seguro que no quieres una?" con su mano libre, gestionó hacia las latas selladas de cerveza que yacían de pie junto a ellos.

"estoy bien." negó con la cabeza rápidamente. "estoy intentando dejarla, en realidad." era cierto, llevaba más o menos dos semanas sobrio. además, viendo lo embriagado y estupido que se veía jin, todas las ganas que pudiera haber tenido de beber se habían esfumado.

el azabache se encogió de hombros, y dio un último sorbo a su bebida antes de estrujar la lata y lanzarla hacia la oscuridad.

ambos amigos se encontraban charlando en la azotea del edificio donde vivía seokjin, riendo—al menos el mayor lo hacía—y disfrutando de la hermosa vista que hacia la ciudad de seúl por las noches. desde que namjoon conoció a jin en un bar hace un tiempo, podía decir que su vida era más tranquila. el mayor era capaz de traerle paz, y hacerlo recordar lo que era un buen amigo. o bueno, cuando no se encontraba bebiendo.

"sabes," seokjin comenzó, y nam temió que fuera a repetir lo mismo una vez más. "si ggukie me hubiera hecho algo así, yo no estaría aquí." oh. eso no lo veía venir.

jeongguk era el ex-novio de seokjin. habían terminado por cuarta vez hace un tiempo, y el mayor aún era incapaz de superarlo. namjoon no lo culpaba, en realidad, pasaron mucho tiempo juntos y volvieron muchas veces, era tan solo normal que jin creyera que volvería a suceder. solo que esta vez jeongguk había desaparecido por completo.

"no sería capaz de," movió sus manos frenéticamente frente a nam. "verlo con alguien más." su brazo derecho, que estaba cubierto en su totalidad por tatuajes, alcanzó otra lata. "mi primer instinto sería romperle la cara a quien estuviera con él."

namjoon soltó una risa por primera vez en un rato. "comprendo el sentimiento."






[...]
hi(?

sober / namseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora