diez

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la llamada de seokjin llegó cuando se encontraba a tan sólo unas cuadras del edificio de hoseok. su respiración estaba entrecortada y errática. había corrido todo el camino, y no soportaba el dolor en las piernas. tal vez debería retomar el ejercicio.

contestó y se acercó el móvil a la oreja, desacelerando para recuperar el aliento. "¿jin? ¿qué ocurre?" se escuchaba como si acabara de correr un maratón, lo cual no se alejaba tanto de la verdad.

"¡nam!" el mayor le gritaba en susurros, como si estuviera escondiéndose. "tienes que venir a la cafetería ahora." antes de que pudiera cuestionarlo, jin siguió hablando, sonando cada vez más desesperado. "por favor, sálvame ¿si?" pudo escuchar como tapaba el móvil y decía algo que no logró captar. "jeongguk está aquí y siento que me desmayaré en cualquier momento, te necesito."

namjoon miró a ambos lados, preguntándose qué hacer en una situación como esa. él sabía muy bien lo que jeongguk le hacía sentir a su mayor, más también sabía que la manera en la que hoseok le había llamado y el apodo que usó, causaron en él un sentimiento tan potente y consumidor que no podía ignorar.

"estoy ocupado ahora," podía imaginar el rostro indignado de seokjin en ese momento, pero se forzó a seguir hablando. "pero prometo que llegaré lo más pronto posible, ¿está bien?"

terminó la llamada antes de que el mayor pudiera protestar. soltó un suspiro, pues sabía que el momento en que se vieran jin lo bañaría de maldiciones y regaños por haberlo dejado solo en un momento como ese. pero vamos, la mente de namjoon estaba más que ocupada.

caminó a paso rápido el resto del camino, poniendo todo su esfuerzo en no volver a echarse a correr. no quería que jung pensara que estaba dispuesto a llegar a tales medios por él—a pesar de que fuera cierto.

para cuando llegó a la puerta de hoseok, había dejado de sudar y su respiración se había normalizado. ahora si. estaba listo para ayudar al mayor con lo que necesitara y largarse lo más rápido posible. quizás hasta podría reunir valor para decirle que ya no tenían porqué formar parte de la vida del otro, y que por favor dejara de abrumarlo con sus problemas. o al menos ese era el plan.

tocó la puerta nada más una vez, y al instante escuchó una voz que le decía que estaba abierta. giro el pomo y se adentró en el lugar. se encontraba tal como estaba la última vez que lo vió, a excepción de una mochila olvidada en el suelo, la cual reconoció pertenecía a hoseok.

caminó hasta la parte trasera del departamento, encontrando la puerta de la habitación principal entreabierta, y escuchando pequeños sollozos provenientes del interior. su corazón comenzó a palpitar más rápido, y podía sentir sus manos temblar con anticipación.

"¿hoseok?" puso pie en la habitación, buscando con la mirada al chico. lo encontró sentado en el suelo, acurrucado y abrazando sus piernas. no dudó un instante en acercársele. "¿qué ocurre? dime."

el mencionado volteó a verlo con lentitud, tenía la mirada perdida, y tardó un momento en enfocarse en el moreno frente a él. "joonie," sonrió. era una sonrisa sincera, rozando lo bobo, claramente producto de su ebriedad. "no sabes cuánto te he extrañado." juntaba las palabras y hablaba lento, como si tuviera que pausar para recordar cómo pronunciar ciertas cosas. "te necesito tanto."

decir que namjoon estaba atónito sería poco. sus ojos no podían creer la vista que tenían enfrente, y—por su bien—se rehusaba a creer que las palabras de hoseok en realidad tenían significado alguno.

"ven aquí," hoseok dejó la botella que había estado sosteniendo a un lado, indicándole a kim que entrara en sus brazos.

el mayor lo miró mal. "hoseok." se forzó a hablar con dureza. "¿bebiste todo eso tú solo?"

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⏰ Última actualización: Apr 04, 2020 ⏰

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sober / namseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora