cinco

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"oye," namjoon frunció el ceño al escuchar la voz que le hablaba desde arriba, aún sin abrir los ojos. "¿cuándo piensas irte de mi casa?" el moreno soltó un gruñido, tomando una almohadilla y cubriendo su rostro.

"déjame en paz." soltó contra la tela.

seokjin suspiró, frustrado, y arrebató la almohadilla de las manos ajenas. su cabeza dolía como el infierno, y no quería liderar con el moreno en ese momento. "namjoon, no puedes solo dormir aquí cuando no quieras ir a casa." movió las piernas de nam fuera de su sofá con brusquedad, tomando asiento junto a él. "tal vez debas aprender a liderar con la soledad." sin que el moreno lo notara, jin lo veía con tristeza. "o buscar a alguien."

el menor de los kim soltó un gruñido molesto, abriendo los ojos solo un poco para poder ver a seokjin con fastidio. "deberías seguir tus propios consejos."

"ughh." seokjin empujó al moreno, haciendo que cayera en el suelo, produciendo un fuerte sonido al golpearse su cabeza contra la alfombra. "no se puede hablar contigo." desde abajo namjoon lo miraba con recelo, encogiéndose y decidiendo que no se movería de allí. "¿qué fue exactamente lo que ocurrió con hoseok anoche?"

"nada que te importe."

el azabache gruñó con fuerza, poniéndose de pie y alzando los brazos en señal de rendición. "¡como sea!" nam rió un poco por la reacción del mayor. "tengo trabajo, te veo luego." tomó sus llaves del mostrador y abrió la puerta principal, dándole un último vistazo al cuerpo enrollado en el suelo, sonriendo solo un poco. "cierra cuando te dignes en marcharte."


[...]

los ojos de hoseok no podían despegarse de yoongi, y aunque eso era bastante normal, esa vez era diferente. por la simple razón de que mientras más lo observaba, más crecía el extraño sentimiento en su estómago. el rubio se encontraba acurrucado en una de las sillas, abrazando una almohadilla junto a su pecho mientras observaba al azabache leer un libro en la isla de la cocina.

mientras, min ponía todo su esfuerzo en entender las palabras que leía, fingiendo que la intensa mirada de hoseok no le hacía querer ponerse de pie y plantar un beso en sus labios. jung no lo sabía, pero poseía una mirada tan fuerte que todos eran capaces de saber cuando estaban siendo observados por él.

"cariño," el azabache colocó el marca páginas dentro del libro y lo cerró, dejándolo sobre la isla. "¿sucede algo?"

hoseok abrió más los ojos, levantando un poco el rostro. "no." le sonrió. "solo me gustas mucho." rió al ver la expresión del mayor. aveces a jung le gustaba bañarlo en cumplidos clichés solo para verlo intentar fingir que le molestaban, cuando en realidad los amaba.

yoongi rodó los ojos ante el comentario, pero estaba sonriendo. apartó el libro que había estado leyendo y posó los codos en la isla, sosteniendo su rostro en sus manos. "¿dónde estuviste anoche?" lanzó la pregunta al aire, sin esperar una respuesta muy elaborada. contrario a lo que pensarán algunos, yoongi no era para nada controlador; aunque si algo celoso.

a pesar de saber que yoongi creería cualquier mentira que dijese, hoseok comenzaba a entrar en pánico. porque, vamos, ¿cómo decirle que había estado con su ex? al notar que el rubio tenía problemas en responder, yoongi lo miró con una ceja alzada.

"¿pasó algo malo?"

hoseok negó con rapidez—tal vez demasiada. "no, no, para nada." se pasó una mano por el cabello—algo que hacía cuando mentía—y le sonrió al mayor con inocencia. "salí a tomar un café y dar un paseo, me sentía algo agobiado por los trabajos."

sober / namseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora