The Red Queen- Finnick Odair| The Hunger Games|

Capítulo 22| Distrito 13 /parte 1.

—¿Estás bien? ¿Finnick?—es una voz demasiado lejana la que llega a mi, me es irreconocible—. ¿Finnick, puedes oírme?

Intento abrir los ojos, pero en cuanto lo hago,la luz cegadora me nubla la vista y me saltan en lágrimas los ojos.

—¿Cómo pudiste dejar a Johanna?—Finnick es quién habla ahora, reconozco su voz. Quiero gritar su nombre, pero solo alcanzo a emitir un susurro.

Caigo rendida nuevamente en la bruma de la inconsciencia, y cuándo regreso en mi, despierto alterada intentando reconocer dónde me encuentro y que ha pasado.

Estoy tumbada en suelo de un aerodeslizador con una máscara de aire. Me despego la máscara, y me incorporo, junto a mi veo el cuerpo de Beetee, y el de Katniss Everdeen. Ambos duermen todavía.

—¿Qué..?—susurro, me duele el cuerpo entero y aunque mi mente trabaja con rapidez, no logro descifrar dónde me encuentro, o que ha sucedido. Mi último recuerdo es el de un cielo oscuro, y una lluvia de sangre que desciende sobre mí.

Observo mi atuendo, aún traigo el uniforme, se ha adherido a mi cuerpo debido a la sangre seca, tengo el cabello pegajoso y el estómago se me contrae al percatarme del aroma que se desprende de mí.

Desprendo la aguja que tengo clavada en el antebrazo, y de inmediato, un dolor que me hace querer gritar me recorre de pies a cabeza. Me fijo que además de la presión de mi corazón, siento un fuerte latido en mi otro antebrazo en donde por algún motivo que desconozco, tengo una venda blanca empapada de sangre.

—¿Alyssa?

Se me va la vida en cuanto escucho su voz, y lo veo parado ante mis ojos del otro lado de la puerta automática.

Es Markus Lee.

—Alyssa, calma, calma—detrás de Markus se encuentra Haymitch, el mentor del 12—. Toma una respiración. Te explicaré todo, solo cálmate.

No tengo palabras, y si las tuviera, no sé como emitirlas.

—Estás en un estado de shock, o conmoción. En éstos momentos nos dirigimos al Distrito 13, allí te atenderán los doctores. Estás a salvo, Alyssa—continúa, mientras Markus me observa fijamente. ¿Estoy muerta y ésto es un sueño? No hay manera de pueda ser verdadero.

—¿Qué pasa?—digo—. ¿Por qué él está aquí? ¿Que sucede?

—Alyssa, calma, estás a salvo...

Intento retroceder, pero no puedo, y eso me hace sentir peor.

Haymitch intenta acercarse.

—¿Qué pasa?—insisto—. ¿Dónde estoy?

—¿Qué sucede? ¿Despertó?—la voz de Zachary llega detrás de ellos, y la tranquilidad que siento es inexplicable. Él corre hacía mi, y me envuelve entre sus brazos.

—¿Zachary, que pasó? ¿Dónde estamos? ¿Qué está pasando?—pregunto rápidamente—. ¿La Arena? ¿Dónde está Enzo?

Veo como se le llenan de lágrimas los ojos. Si, de lágrimas. Nunca antes visto.

—Lo perdimos—me dice.

—¿Qué?—me parece que el mundo colapsa para mí, que se me cae el corazón al piso y se me hace añicos. 

—No sobrevivió al impacto del rayo.

—¿Qué? No—digo.

—Alyssa, lo siento tanto.

—No, Enzo, no, él no...—hace un instante lo vi, hace un instante lo tenía entre mis manos—¿Qué pasó?

—Vamos al 13. La revolución ha empezado.