No te atreves a salir mientras esa aglomeración continúe ahí, así que te quedas dentro, esperando. Caminas un poco a ver si hay otra salida, pero no se ve nada. Giras en una esquina y te encuentras a un empleado, que enseguida repara en ti.
Tremendo rapapolvo el que empieza a soltarte, su jornada acaba de empezar y ya se le nota el estrés en el rostro: que si no puedes entrar ahí, que si no tienes permiso, que si hay que ver la clase de gente que tiene que aguantar. Intentas explicarte pero es como hablarle a la pared. Seguro que te has metido ahí para llevarte algo, claro. Eso lo explica todo. Se cree que eres un ladrón.
Con una mano, te sujeta los brazos con fuerza, con la otra, se saca el móvil del bolsillo y llama a la policía. Cuando termina la llamada, sigues tratando de hablar con él, pero no hay manera de que te suelte.
A los pocos minutos, llega un agente que te lleva hasta su vehículo, rumbo a comisaría. Estás detenido.
FIN
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Ir de compras en tiempos del coronavirus
ContoEsta es una historia al estilo de "elige tu propio final". A lo largo de la misma, podrás tomar decisiones que te llevarán a finales alternativos, algunos bastante surrealistas. Tú eres el protagonista. La mayoría de detalles descritos los he vivido...