Nathan corrió hasta donde ella se encontraba, solo tenia unas galletas dietéticas y un jugo en su mesa.

–Creo que te olvidaste de esto— Señalo Nathan hacia la libreta de Cristal y ella volteo a verlo, con unas profundas ojeras en los ojos y el labial rojo que hacia resaltar sus labios.

—Ah si, gracias por traerlo– Respondió con voz débil Cristal, cada día se debilitaba mas, lo sabia y se alegraba y preocupaba por eso.

—¿Estas bien?–Curioseo Nathan mientras se sentaba alado de ella para tener una conversación.

—Si– contesto mientras tomaba de su jugo de mango.

—Y ¿Qué tal tus clases?–Trato de seguir la conversación

—Pues, es algo tranquilo y aburrido aveces y las tuyas?– contesto de modo cortes Cristal.

—Aburridas e interesantes ¿Has leído alguna obra de Gabriel Gracia Marquez?–Contesto Nathan tratando de hacer la platica animada.

—Si, unas cuantas obras, ya sabes, "Amor en tiempos de cólera" y ese tipo.–Prosiguio Cristal, mientras lo miraba.

El se veía bastante bien

Cabello Café como el que tomas en las mañanas.

Piel ni tan morena ni tan blanca.

Una sonrisa que te invitaba a reír

y un cuerpo que te hacia maldecir al cielo por semejante atractivo.

Además de un alma angelical

que hacia que tus problemas se fueran.

El sol le daba en la cara y el solo la miraba a ella, por que era hermosa y era motivo para recalcarlo mil veces.

—¿Puedo contarte algo?– Confeso Nathan mientras jugaba con sus manos.

—Claro— Contestó ella mientras notaba como el sol bajaba su intensidad y las nubes volvían a nublar su vista hacia el.

—Me pareces muy hermosa– Contesto mientras bajaba la cabeza de la pena.

—Gracias, tu también eres muy lindo– De igual manera que Nathan, bajo la cabeza por que estaba hecha un tomate con tanto rubor.

La plática se hizo amena y terminaron intercambiando números y teniendo una cita para el viernes, era martes, tendrían que esperar dos días para su cita.

Al final del receso, se despidieron y cada uno partió hacia su área.

 Cristal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora