4: Martin Garrix y Ansolo

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Al otro día los planes ya estaban hechos: primero irían de compras (Jess moría por mostrarle las tiendas a sus amigas, y ellas morían por verlas) y luego a ¡La catedral de Notre Dame!. Era uno de los lugares más bonitos allí, sin duda. Ethan, un fiel fan de la arquitectura, la describió como "una auténtica joya del arte gótico", haciendo que sus amigos —hombres— no pudieran evitar reírse, pero sin duda les impresionaban las palabras de Ethan, y creían que algún día seria un arquitecto excepcional.

Las cinco amigas iban adelante, cargadas con bolsas y entrando de un local a otro. Detrás, iban los chicos, también cargando las bolsas de las chicas, y un par de ellos con regalos dentro.

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Después de un día tan divertido, volvieron al hotel para ducharse y cambiarse, y así estar listos para otra exquisita cena, pero algo los detuvo en el pasillo.

—No me lo creo —susurro Madisson.

—¿Que... —pregunto Juliet pero se calló. Sus ojos ya habían visto lo que veía Maddie. Ambas miraban al frente boquiabiertas.

¿Martin Garrix y Ansel Elgort en el mismo hotel que ellas, en el mismo pasillo, unas habitaciones junto a las de ellos? Nah... ¿NAH?

—Listo, vamos —se escucho decir a Ansel— Ah, no, espera, me olvido algo —y volvió a entrar en la habitación, mientras Martin se quedaba en la puerta, esperándolo y sin haber notado la presencia de los amigos (que miraban raro a Maddie y a Juls; y la mitad, sin entender que pasaba, se adentro en sus habitaciones)

Ambas como reflejo y a la velocidad de la luz sacaron sus celulares. Madisson entro a twitter y Juliet a instagram, para verificar que eran ellos. Se miraron sorprendidas y asintieron.

Ansel salió de la habitación y pronto los dos repararon en los amigos.

—Eh... hola —murmuro Bradley. Su novia y Madisson no respondían.

—¡Hola! —saludo energético Ansel, y su amigo sonrió.

—Son ustedes —reacciono Juls.

—¿Nos conocen? —sonrió algo tímido Martin, mirando a la de pelo colorido y a la castaña.

—Conocerlos es poco —contesto Maddie, intentando ocultar su emoción— Los adoramos —Juliet asintió en forma de aprobación. Ellos sonrieron.

—¿Quieren una foto? —las amigas contestaron eufóricas (aunque intentando calmarse). Unos segundos después tenían una selfie con los dos bombones. ¿QUE ES RESPIRAR?

—Por cierto, ¿Cómo se llaman? —pregunto Ansel, sonriendo. Brad y James miraban la escena confundidos... y celosos.

—Somos Juliet y Maddie, y ellos son Bradley, James y Emma —señalo a sus demás amigos. Los chicos sonrieron falsamente.

—Bueno, si les gusta nuestra música... hoy estaremos presentándonos en Equinoxe Palmeraie, por si quieren venir —comento Ansel.

—Si, tenemos entradas para regalar, no tenemos muchos amigos en París —agrego Martin, sonriendo— Y oigan, son de las primeras personas que hablan nuestro idioma —todos rieron levemente (aunque solo la risa de las chicas era de verdad)

—Pero, no podemos aceptarlas, además... somos diez en total, seria descortés —susurro Juls, y Maddie asintió, estando de acuerdo.

—Chicas, no hay problema —contestaron los dos. Ansel se disculpo por un segundo, volviendo a entrar a la habitacion. Un segundo mas tarde salio y les entregó diez entradas vip a las dos amigas, y se despidieron.

—¡¿Qué acaba de pasar?! —gritaron las dos juntas, confundidas y emocionadas.

—¿No les parece raro que nos hayan regalado diez entradas vip? —pregunto Em, confundida.

—¿Has visto como las miraban? —preguntó algo molesto James, y Brad asintió de acuerdo.

—Están exagerando. Además, cuando la vida te da entradas gratis VIP para ver a Martin Garrix y a Ansolo nadie se niega —respondió Juliet agitando las entradas. Todos fueron a sus habitaciones para bañarse, cenar y luego... ¡Sí!

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—De verdad, yo no quiero decir nada pero ese tipo te miraba mucho, y Brad no se veía contento —le decía James a su hermana mientras esta se planchaba el cabello en el baño, y él se ponía zapatillas en la habitación— Y ni hablar de como el otro miraba a MI novia —exclamo, enojado. Juls rodó los ojos.

—Ya me gustaría a mí que Martin Garrix me hubiera mirado —contesto— Y ya le gustaría a TU novia que Ansel Elgort la hubiera mirado —añadió, imitándolo— Ustedes solo están paranoicos.

—¿Y si de verdad te miro? —le pregunto serio, apoyado en el marco de la puerta del baño, mirando a su hermana. Ella lo miro inexpresiva.

—Yo amo a Brad —le contesto, volviendo a su pelo.

—No te pregunte eso —comento James. Juliet frunció el ceño.

—Preocúpate por tu novia y Augustus Waters, y yo me ocupo de mi novio y sus celos por mi Dj favorito —respondió, cerrando la puerta. 

 

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