8: No me odies

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este capítulo puede contener escenas "fuertes"

Eran ya las cinco de la mañana y la situación era la siguiente:

Primero, lo de Madisson y Ansel había pasado a más de "solo un par de besos". Si, habían terminado por acostarse juntos, y no en el sentido inocente de la palabra. Maddie estaba siendo invadida por un millón de sentimientos diferentes, y claro, uno de ellos era la culpa. Pero creía que lo mejor era no decirle nada ni a James ni a nadie; mantenerlo como un secreto personal. Al fin y al cabo, seguía siendo él al que ama...  ¿No?

Segundo, Emma ya había visitado el baño un par de veces y no precisamente para verificar su maquillaje. Tanto alcohol no podía ser bueno. Decidió que eso era todo lo que su organismo podía soportar por una noche, y salió del boliche, quedándose en la puerta, con frió y esperando un milagro. Tony estaba en un estado igual o peor al de ella, pero lo había perdido de vista.

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Noah se canso del alcohol y de bailar con desconocidas para aliviar sus celos y su enojo con Em, así que también salió por un poco de aire, encontrándose con una Emma en un estado... deplorable. La morocha temblaba, tenía el maquillaje corrido y estaba algo despeinada. Con ojos llorosos volteo para ver a Noah, y este sintió que se le partía el alma. No podía enojarse con ella, no ahí al menos. Pronto se acerco y, sin decir nada, la abrazo. Ella se sorprendió, pero le correspondió.

—Perdón —susurro Em, mientras Noah le ponía su campera encima de sus hombros— No recuerdo nada. Solo sé que lo seguí porque quería una foto con él, es que... —suspiro, y miro al piso, avergonzada— Es que se parecía a Antoine Griezmann, el futbolista... -Noah rió suavemente, pero luego recordó lo que había visto y su expresión se enfrió. Ella lo miro seria— ¿Lo bese, verdad? —pregunto, aun cabizbaja. Noah asintió levemente, y Emma sentía que sus lagrimas comenzaban a salir de sus ojos— Lo siento, de verdad. Perdón Noah, no quise. No recuerdo nada —sollozo. Él la volvió a abrazar.

—Tranquila —murmuro. Su aliento aún olía a alcohol— Ven, Em, vamos a tomar un café —le dijo, tomando la barbilla de la morocha y levantando su cara para mirarla a los ojos.

—No me odies —musito, aun con lagrimas cayendo por su rostro, que Noah rápidamente limpio con la yema de sus pulgares, suavemente.

—Yo te amo, Emma —ella sonrió, pensando en que sin duda, su novio era el más perfecto del mundo.

—Que bien, pero yo mas —y el camino hacia el café se volvió una discusión de quien amaba mas a quien.

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Por último, Martin y Juliet; junto con Jess, Megan, Ethan y Marcus; habían pasado a la zona VIP, gracias al genial e increíble DJ. Después de un rato, Juls le pregunto a Martin sin podía traer a su hermano y a su novio, y este asintió animadamente.

Así que los fue a buscar.


—Chicos, vengan, estamos en el vip...

—¿Maddie esta ahí? —pregunto James. Juliet negó desanimada y su hermano hizo una mueca.

—James —la castaña le quito de las manos el vaso que James tenia— Ve, al vip, ya —le ordeno. Él obedeció, sin decir nada. Bradley y Juliet quedaron solos. Él tenía la vista ida— No me digas que estas así porque Martin Garrix me invito a bailar... —comenzó ella con tono divertido. Él la miro serio y la corto.

—No estoy de humor para tus bromitas Juliet —Juls lo miro sorprendida.

—No ocurrió nada, Brad. Lo sabes —contesto ella. Él suspiro; iba a volver a darle un trago a su bebida pero Juliet lo freno— ¿Puedo besarte? —le pregunto con el tono más inocente del mundo. Bradley sonrió divertido.

—¿Esa es tu forma de arreglar las cosas? —ella negó.

—No hay nada que arreglar —hizo una mueca— Solo quiero besar a mi novio —Brad sonrió, y fue él el que la tomo por la cintura, atrayéndola y besándola. Cuando se separaron, luego de unos segundos, ambos sonreían— ¿Sabes algo? Me gusta que seas celoso, pero no me gusta que te enojes por nada y no me hables.

—Lo siento —contesto él, defendiéndose— Te quiero solo para mí —ella le sonrió y juntos volvieron al famoso vip.


Por suerte, Noah se encargo de mandarle un mensaje a Bradley:

"Estoy con Em en un café, ni se preocupen eh. Todo tranquilo?"

Él sonrió divertido al leerlo y pronto le respondió:

"Los amamos. Sí, todo tranqui. Allá supongo que también, no?"

La respuesta de Noah llego al segundo: 

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