Capítulo 1-2: Él

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"Ella era toda una ninfa. Su largo pelo meciéndose como si tuviera vida propia la hacía parecer especial entre sus otras amigas. Entre todas. Más bajita que las demás, su palidez y su excéntrico color de pelo- negro, rosa, naranja, rubio, castaño... y alguna cosa entre otra colgando- dejaban entrever su propio yo. Como decía mi hermana, a veces no somos lo que parecemos aunque algunas personas sean fáciles de leer.

Sus pulseras, que repiqueteaban unas con las otras, las podía oír desde aquí. Seguro que tenía una historia detrás de cada una. Llevaba una gargantilla de plata con una inicial, que resaltaba con su tono de piel. ¿Sería su blanquecina piel, delicada y suave sin todavía haberla rozado, signo de genética familiar albina o de la presencia Tutoris que hay por el alrededor? Sería demasiada coincidencia que ella, exactamente ella, lo fuera."

Eso fue lo que pensé hace exactamente dieciocho meses atrás. Ésa fue mi primera impresión. Ahora ella había cambiado. Ahora su pelo era corto, sin colores, aunque esas plumas y trenzas las seguía llevando. Su pelo era liso y despeinado y ahora no caía en ondulaciones preciosas.

— Has visto a la tía de ahí. Se te ha quedado mirando y casi se come la puerta. — me dijo un chico, intentando aguantar la risa.

— Sí...— y luego solté una risa un poco falsa. Ella era extraña. Fascinantemente extraña.

Era tan distinta a como era antes... Pero la seguía y seguiría amando. Fuese quién fuese. Cambiara de aspecto o no.

Crónicas Guerreras: Another Sunny DayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora