Es Ciencia [Walance]

2

Estaba teniendo una dolorosa hemorragia, la sangre se escurría entre sus piernas llegando al piso de su ducha, lugar donde se metió cuando comenzó a sangrar, no quería manchar la alfombra de piso que su madre había comprado antes de 'irse'.

Un sollozo escapó de su boca al no ya poder aguantar el dolor, Lovey no podía pasar ya que estaba cerrada la puerta del baño. Tampoco quería llamar a Lance, sabía que si lo hacía el espía mayor se enojaría mucho con él.

Su cuerpo estaba creando el saco amniótico ((placenta)) donde estaría el bebé. Pero era muy doloroso.

Después de cinco minutos el dolor fueron leves contracciones hasta desaparecer por completo. Y en todo momento Walter se mantuvo hecho ovillo en una esquina de la ducha, con sus pantalones empapados de sangre, hecho que lo agotó mucho por la pérdida de ésta. No podía siquiera moverse, se sentía pesado.

Movió como pudo su mano hasta su reloj para enviar un mensaje a su amigo, le dijo que era urgente y lo mandó, esperando que el contrario lo leyera y estuviera ahí lo más rápido posible.

Después ya no pudo moverse, aunque quisiera no tenía la fuerza. Solo parpadeaba y respiraba en la misma esquina, en la misma posición. Pensando que fue muy mala idea experimentar con su cuerpo. Tal vez si se lo daba a una chica ella no hubiera pasado por esto, ya que hasta ahora el único cambio que presentaba su cuerpo era el saco amniótico. Tal vez tenía un nivel leve de estrógeno en su sangre, pero cosas que si tal vez hubiera sido probado con una mujer no hubiera pasado.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la puerta del baño se abrió de golpe y dejaba ver a un Lance Sterling respirando agitado, supuso que fue por el pequeño camino de sangre que habia desde la cocina hasta el baño donde estaban ahora. Solo bastó menos de un segundo después de que él abriera la puerta par que Lovey estuviera ya cerca de su rostro, la había preocupado.
Lance se acercó a él, tomándolo por la cintura para alzarlo y llevarlo a la cama.

— ¿Qué ocurrió? ¿Por qué sangras? ¿Quién te hizo esto? – comenzó un bombardeo de preguntas en lo que le quitaba el pantalón una vez que ya estuvo sentado en su cama, con una toalla debajo, detalle de Lance.

— No fue nadie...

Susurró en lo que veía como su bóxer también fue quitado, pues también estaba bañado en sangre. Cerró sus ojos y como pudo alzó sus manos para tapar sus genitales, sus mejillas se pusieron de un tono rojo fuerte por la vergüenza.

— ¿Entonces? Porque no me dirás que te vino, Walter.

— Me usé como objeto de pruebas, y fue un resultado positivo. — le contaba con un tono alegre, demostrando que se sentía feliz de haber logrado resultados buenos.

— Eres un idiota, la próxima vez que se te ocurra algo que pueda matarte me avisas, así vengo corriendo a golpearte para hacerte entrar en razón.

Ambos rieron por el comentario de Lance, quien ahora ponía un short al castaño para no dejarlo desnudo ahí. Más tarde cuando viera que el chico tenía fuerzas para moverse solo lo dejaría irse a bañar, por ahora que descansara.
También le haría un licuado especial para su recuperase más rápido.

— Me preocupas, chico.

— Lo siento. – se disculpó el menor, dándole una mirada triste (su arma mortal) para que Lance no se enojara con él.

— Eso no funciona ahora. Te vi bañado en sangre, por un segundo te creí muerto al verte, por segunda vez creí que te perdí. — confesaba en lo que ayudaba al chico a acostarse y lo tapaba con una frazada gruesa de Star Wars.

— No me perderás, jamás podrás deshacerte de mi, Lance Sterling.

— ¿Es eso una amenaza, Wilson? – se burló llamándolo por otro nombre. Vio al menor reír y supo que todo están bien, solo fue un susto, aún que no le explicaba el porqué la perdida de sangre, pero no era un tema que quedaría en el olvido, después le preguntaría.

— Gracias por venir.

— No hay problema, siempre tendrás a tu gran amigo para todo. Ahora duerme, yo iré a prepararte un licuado para cuando despiertes.

Avisó antes de salir y dejar la puerta abierta, cosa que molestó un poco a Walter, pero tampoco se quejaría, en serio estaba agotado. Así que solo cerró los ojos e intentó dormir un poco.