Es Ciencia [Walance]

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Una semana después.

Descubrió que su cuerpo creó una vagina que estaba escondida entre sus testículos y su pene, era un agujero pequeño, pero al introducirse algo este parecía agrandarse. Ahora sufriría lo que una mujer sufre todos los meses, el sangrado, los cólicos, etc.

Su cuerpo también se comportaba de forma extraña, sus pechos dolían y donde se creó el útero también, eran fuertes punzadas. Investigó aquello y descubrió que su cuerpo estaba preparándose para tener un bebé, solo le falta los espermatozoides para fecundar, mientras que en la espera de estos el cuerpo se los exigía con el pasar de las horas, se volvía una necesidad casi animal.

Por ellos es que ahora estaba frente a su mejor amigo, en su casa, tomando más de aquel rico licuado lleno de proteínas, hierro y vitaminas.

- ... por eso necesito que eyacules en mi.

Su comentario hizo al mayor escupir todo el líquido que llevó a su boca, el cual ahora decoraba la cara asqueada de Walter. Se disculpó en lo que le pasaba un trapo para poder limpiarse.

- Somos amigos, pero no haré eso.

- Por favor, ni siquiera tienes que acostarte conmigo, puedo hacerme una inseminación artificial. - sonreía intentando darle confianza a su amigo para que aceptara esa loca idea suya.

- Escucha lo que dices, quieres que yo te preste de mi semen para poder embarazarte. ¡Es una locura! Además, ¿Para qué quieres embarazarte? No hace falta traer más chicos a este mundo sobre poblado.

- Yo quiero un hijo, y también quiero probar que mi experimento si funciona. ¿Sabes cuantas mujeres quieren, pero no pueden embarazarse? Muchísimas. Es algo importante para mi, de otro modo no te lo pediría.

Su expresión era tan decidida que hizo dudar al moreno. ¿En serio el chico deseaba tanto tener un hijo? ¿Y si moría por culpa de eso? Varias personas de la agencia pasaron por eso, sus madres murieron en sus partos, Walter era hombre, ¿Qué tanto le afectaría eso? No quería pasar otra vez por el susto de perderlo, ya no.

- No puedo. Lo siento, pero no lo haré.

- Entonces se lo pediré a Tristan, él aceptará feliz.

Dijo Walter con un tono desinteresado, pero sabía muy bien la reacción que obtendría su comentario.

Killian se había unido a la agencia gracias a él, aunque al principio no revelara ninguna identidad, nada que no se pueda arreglar con un poco de suero de la verdad. Tiempo después comenzó a acercarse más al chico, tanto que puso celoso a Lance, quien después de ver las flores que le dejaba él a Walter, estalló. Dio un fuerte grito que espantó a varios científicos que estaban muy concentrados en su trabajo. 

- ¡Claro que no! Si alguien va a embarazarte, ese seré yo. - dijo muy decidido, sin tomar en cuentas el sentido de sus palabras hasta después de decirlas.

Beckett lo miraba con una sonrisa entre incomoda y divertida, ese comentario podía malinterpretarse.

- Gracias, sabía que podía contar contigo. Ven, te daré un vaso especial para 'eso'. - usó un tono distinto al decir la última palabra, pero de todos modos se entendió perfectamente.

Se iba a levantar, pero Lance lo tomó del brazo antes, deteniéndolo en el acto, su rostro estaba inclinado hacia abajo, no se atrevía a verlo a la cara por lo que le estaba por decir.

- Podemos hacerlo con el otro método. Es más simple, ¿No? - preguntó intentado fingir desinterés.

Las mejillas del castaño se volvieron rojos en segundos. Su boca se abrió ligeramente, sin saber que decir.

- Digo, si no quieres está bien. Yo- pero Walter lo interrumpió rápidamente.

- No te preocupes, está bien. Podemos ir a tu habitación.

- Si.

Ambos se miraron incómodos, sus movimientos eran torpes y temblorosos. No todos los días te acuestas con tu mejor amigo para embarazarlo.