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Cuando Walter llegó a su casa junto a Lovey solo fue directo a la ducha, no sin antes asegurarse de cerrar puertas y ventanas para no tener visitas indeseadas, aunque sabía que sus dos únicos amigos entrarían de todas formas con algún truco de ellos. Ya lo habían hecho antes y en más de una ocasión lo que casi resulta en un infarto para él.


Cerró la puerta del baño para que su amiga no lo viera desnudo, no importa si ella era un ave, lo veía todo y eso le daba pena.


Una vez que estuvo bajo la lluvia artificial y se llevaba un puñado de shampoo a su cabeza para lavarse esta primero, se puso a pensar seriamente las cosas.


Estaba embarazado de su mejor amigo, quien lo había besado y por culpa de eso se provocó una pelea con su otro amigo.


En su cabeza pasaba una y otra vez aquella escena, el beso y la pelea, dejándolo tan distraído que no le prestó atención al shampoo en su cabeza que bajó hasta su ojo.


- ¡Demonios! - gritó por el ardor, no era de maldecir, pero se le escapó.


Enjuagó su ojo con el agua de la ducha, aunque éste siguiera ardiendo decidió bañarse rápido y evitar accidentes así por distraerse con sus pensamientos.


Se enjabonó por completo y jugó un poco con la espuma como haría cualquier niño.


Cuando terminó salió del baño ya vestido y con una toalla en el pelo para evitar que las gotas de agua mojaran su ropa seca.


- Quiero doritos. - dijo en voz alta antes de dejarse caer en su cama donde estaba Lovey, obvio que sin aplastarla. - ¿Tú crees que me queden?


Le pregunta a su amiga emplumada mirándola como si ella realmente fuera a responderle con la verdad. Ella gorjeo y Walter asintió.


- Tienes razón.


Cerró sus ojos y suspiró en voz alta antes de recordar el detalle más importante del día.


- Voy a tener un bebé...


Le susurró a la nada llevando ambas manos a su estomagó cubierto por la remera color lila que traía. Lo acarició antes de llevar sus ojos allí, era plano por obvias razones, pero le emocionaba y aterraba la idea de que adentro suyo había un bebé formándose poco a poco.


- Jamás pensé que tendría yo un bebé y mucho menos con Lance.


Sonrió enternecido por imaginar como sería su bebé. Niño o niña, morena o pálida, ¿Tendría sus ojos o los de Lance? Eran destalles que lo tuvieron en la misma posición durante 20 minutos antes de que su estómago rugiera reclamando comida.


- Hora de cocinar.

Es Ciencia [Walance]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora