Es Ciencia [Walance]

14

Walter fue a la cocina pensando que haría de cenar hoy, tenía antojos de fideos largos con queso.Se le hizo agua la boca de solo pensarlo. Prendió la luz de la cocina y casi sufre un infarto cuando vio entrar al peli negro por la puerta que daba al patio.

- ¡Dios mío! ¿No sabes llamar? - preguntó llevándose una mano al pecho en lo que intentaba regularizar su respiración.

- Quería disculparme por mi comportamiento de hoy.

Decía en lo que apoyaba una bolsa con cosas sobre la mesa. Walter la miró con curiosidad.

- ¿Sabes hacer fideos? - preguntó con una sonrisa en lo que llevaba una olla con agua para hervir.

- ¿Y quién no? - su boca mostró una sonrisa burlona.

Entre risas y sonrisas ambos cocinaron lo que Walter quería, solo que acompañado de un delicioso tuco (Salsa) hecho con el toque especial de Tristan.

Cuando los platos estuvieron servidos y ellos sentados frente a frente, el mayor quiso dar un paso a su "relación". Y lo aprovechó de una forma un tanto cliché.Los labios del menor se mancharon inevitablemente con la salsa, por lo que él se inclinó sobre la mesa y le robó un beso al más joven, no tuvo la dicha de ser el primero, pero algo es algo. Fue corto, un pequeño toque antes de alejarse.

Volvió a sentarse y pudo ver el ceño fruncido del chico, por lo que él también lo frunció confundido.

- ¿Tú también? - preguntó algo molesto.

- A diferencia del idiota de Sterling, yo siento algo sincero por ti. Y quiero que tú también puedas sentir lo mismo por mi.

- Tris, no creo que podamos estar juntos.

El castaño hizo una mueca de incomodidad. No le disgustaba la idea de su amigo, pero había varias cosas que lo impedían. Lo principal, solo lo veía como un amigo, al igual que a Lance.

- ¿Quién te lo impide?

Walter se levantó de la silla y se fue de la cocina, no sin antes decir "Espera aquí, por favor". Dejando al de brazo robótico sentado con el plato a medio comer. A los pocos minutos volvió con un papel algo arrugado, lo ofreció para que lo leyera, cosa que hizo.

No le tomó mucho procesar todo.

- ¿Es de Sterling? - su voz parecía rasposa, como si estuviera tratando de ocultar un sollozo.

- Sí.

- ¿Hace cuánto..? - preguntó sin soltar el papel, pero volteando a ver al joven.

- Es demasiado reciente, unos días, dos, tal vez tres.

- ¿Y hace cuánto sales con él?

- Lance y yo solo somos amigos, al igual que nosotros.

La respuesta de Walter fue como un sube y baja emocional, por un lado no salía con Sterling, pero por el otro él parecía no tener sentimientos románticos por ninguno, Aún.

- ¿Puedo enamorarte? - preguntó apoyando el papel sobre la mesa.

- ¿Por qué?

- Te amo, no es difícil de entender, más para un genio como tú.

Walter entrelazó sus dedos en un gesto nervioso.

- No quiero. - dijo una vez que tomó el valor de verlo a los ojos. Antes de que el mayor pudiera siquiera decir "a" se le adelantó - Voy a tener un bebé y no necesito una pareja, solo quiero amigos.

Explicó con claridad. Todo quedó en un silencio algo incomodo hasta que los fuertes brazos del contrario envolvieron el pequeño cuerpo del joven que no sabía como interpretarlo.

- Puedes contar conmigo siempre, sobretodo si es para golpear al idiota.

Aquello le sacó una risa al chico, quien devolvió el abrazo y aprovechó la cercanía para apoyar su cabeza contra el pecho del contrario. Aspiró disimuladamente el perfume que desprendía la ropa del mayor, era muy rico.

Fuera de la casa, viendo por la ventana, en la parte oscura, se encontraba el espía más famoso de su organización observando aquella escena y sacando conclusiones erróneas de lo que realmente pasaba.