Es Ciencia [Walance]

6

Walter estaba acostado en la cama de Lance, con él entre sus piernas, ambos totalmente desnudos.

El mayor sostenía su pene sin saber dónde meterlo, en algún agujero era, pero había dos, ¿No se supone que solo debía haber uno?

- ¿Necesitas ayuda? - preguntó el castaño viendo la expresión confundida del contrario.

Sterling asintió sin soltar su pene. El castaño se enderezó y llevó sus manos hacía su segundo agujero, apuntándolo

- Puede parecer raro, pero debe ser por aquí.

Dijo antes de volver a acostarse, ahora tapando sus ojos, no quería ver, le daba pena.

- Okey, aquí vamos. No debe ser tan difícil, si te metiste con la mamá de tu ex entonces esto no debe ser tan desagradable.

Hablaba en voz baja en lo que se acercaba, Walter soltó una carcajada por los nervios y por lo que dijo su amigo, aunque esta fue cortada al sentir que entraban en él, no era lo mismo meterse un dedo o dos.

Lance era muy grande para su virginal ¿Vagina? Jamás podría acostumbrarse a ella.

- No, ya, para. - pidió agitado, era muy doloroso sentir como el pene de su amigo entraba.

- Ya estoy adentro, además fue tu idea. - le reclamó el moreno sin saber que hacer, ya habían llegado hasta ese punto para que ahora parecen, era frustrante.

- ¡A ti no te están metiendo nada!

- No me grites, mocoso. - amenazó mientras lo apunta con un dedo, dejando en claro que no estaba para juegos.

El menor solo destapó su rostro mostrando una expresión adolorida, apretaba los dientes con algo de fuerza y sus manos ahora agarraban las sabanas con fuerza. ¿Debió dilatarlo para evitar esto?

- Haremos esto, yo lo meteré entero rápido, tú respira y trata de pensar en otra cosa, y cuando creas ya sentirte mejor me moveré. ¿Si? - le preguntó en lo que se acomodaba mejor para quedar frente a frente con el castaño, sus brazos a cada lado de él.

Walter asintió, soltó un suspiro entrecortado y cerró los ojos, dando a entender que lo hiciera.

Lance movía su cadera y empujó todo su pene dentro, sintiéndolo muy apretado, no negaría que si se sentía bien esa fricción, pero también sentía culpa por el gemido de dolor que se le escapó al chico.

- Respira. Inhala, exhala. - él hacía una representación de como debía hacer.

Beckett lo miró con el ceño fruncido y los ojos cristalizados por el dolor, intentó inhalar. Todo su cuerpo temblaba del dolor. ¿Así lo sentían las chicas en su primera vez o solo era él por ser un agujero nuevo que su cuerpo creó por la infusión?

- Hubiera elegido la inseminación artificial. - se quejó al sentir como su amigo se movía muy lento dentro suyo.

- Sin quejas, Walter. Tú querías un bebé, así que el que quiere celeste, que le cueste.