Prologo

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La brisa fría golpeaba mis mejillas, hoy llevo puesto el traje rojo que tanto me gusta; mis labios son de un rojo tan intenso que se podrían confundir con sangre, y ni hablar de mis medias negras y sexis; a decir verdad ¡lo admito! Soy una mujer muy sexi, ¡sí! Sexi, fuerte, segura y consigo todo lo que quiero, un poco malévola también, pero ¿a quién le importa? Todos llevamos un monstruo por dentro.

sonríe y deja escapar el humo de sus sensuales labios, el humo triste y desalentado que daría todo por permanecer un poco más en esa boca; esa boca que era la gloria misma”.

Son las 2:30am, no consigo dormir, salgo de la cama estoy frente al espejo; sin poder evitarlo una lagrima cae por mis mejillas, ¡oh! A quien quiero mentirle Quisiera ser yo esa mujer, por un momento me imagino con aquel  vestido rojo y bailo frente al espejo, es mi mejor momento es mi momento de éxtasis pero pronto mis piernas se detienen, mi cuerpo en conjunto me traen otra vez a mi realidad. ¡Diablos! Parece que todos mis órganos y mis huesos lo supieran y se divirtieran recordándomelo. Todo es silencio a mi alrededor, solo escucho el tictac del reloj y ahí estoy yo frente al espejo; solo yo.

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