REMEMBRANZA

Capitulo 13

Mi mirada se pierde atravesando la ventana, es débil el viento que entra por ella y toca mi cabello, estoy acostada en mi cama y con uno de mis libros favoritos abierto sobre mi pecho... romero y Julieta de Shakespeare la verdad envidio un poco a Julieta, tuvo a su amado romeo hasta la muerte, la muerte los sorprendió a ambos no podían existir uno sin el otro, esto me hace pensar incontrolablemente en Alex y pienso que si yo existo, el también y quiero creer que lo hace pensando en mí.

Ha pasado un mes desde que Alex no está, día a día veo ese abismo abierto ante a mi invitándome a lanzarme, a penetrar su oscuridad, a sucumbir ante la tristeza, el llanto y la angustia, pero trato de permanecer fuerte, me repito a diario que si fui capaz de soportar el dolor por mis padres también podre con esto. He retomado la universidad por lo menos esto me mantiene ocupada. Miro el reloj marcas las 6:00pm debo prepararme para ver a David quedamos en ir a divertirnos un poco la verdad es que su compañía me ayuda a combatir el dolor, saco del closet el hermoso vestido que me regalo, es rojo, no sé porque tengo un especial aprecio por él, luzco realmente perfecta, llevo zapatos altos puntiagudos, poco maquillaje como es mi costumbre y mi cabello negro totalmente libre, si definitivamente creo que con mis 1;70cm de estatura luzco realmente sexi, siento acercarse un auto, miro por la ventana y confirmo mis sospechas David ha llegado por mí. Bajo de prisa y abro la puerta.

-Estas realmente sexi- veo sus ojos brillar de excitación. -Tal como te imagine con ese vestido-

-Diría gracias, pero no, no pienso llevarte a mi cama-

-¿Y quién ha pensado en una cama?- dice con su típica sonrisa.

Salimos y esta vez David no abrió la puerta de su auto para mí, me pareció extraño pero no es un detalle en el que gastare mis energías

-¿A dónde vamos?-

-A bailar un poco, te dije que nos divertiremos-

-No soy buena para eso del baile-

-No lo creo- dice mirándome con esos ojos verdes, profundos y lascivos, siento aquella sensación extraña que sentí cuando lo vi por primera vez y si no fuera porque va conduciendo creo que me lanzaría sobre él, me sorprendo ante mi propio pensamiento.

-¿Que piensas?- dice mientras miro sus labios rojos y gruesos

-No querrás saberlo-

-No es difícil adivinar, con esa mirada- quito mis ojos de los suyos avergonzada por su comentario, mientras él sonríe.

Al llegar al lugar David estaciona su auto, salimos de él y antes de que pueda entrar al lugar toma mi mano, me mira fijamente el viento de la noche fría mueve su cabello y una vez más parece brillar su vestimenta negra como es su costumbre, es realmente atractivo.

-Tienes una belleza devastadora- yo solo sonrió ante su comentario pues era precisamente lo que yo estaba pensando sobre él.

Por fin entramos al lugar es un edificio muy elegante, David me lleva hasta un ascensor a pocos pasos de la entrada, empiezo a sudar, trato de mantener la compostura no quiero que David lo note, las puertas se abren y no tengo más remedio que penetrar ese que contrario a los demás para mi es otro mundo, veo cerrarse las puertas mi respiración se agita, intento calmarme me horroriza pensar que aquella claustrofobia que me azotaba de niña volverá, siento las manos de David rodear mi cintura y subir por mi espalda, intento decirle que no lo haga pero las palabras se han ido, estoy absorta siento su boca chocar contra la mía, ¿no se ha dado cuenta de lo que me sucede?, ¿o se aprovecha de la situación?, me despoja de la ropa como un animal salvaje, ahora realmente se ha convertido en un lobo, y yo.. Yo en la indefensa oveja, siento su penetración fuerte, tan fuerte que me hace gritar, parece un animal sediento que no se sacia miro sus ojos y juraría que los vi cambiar de color, agarra mi cabello fuerte y su pecho desnudo se une al mío, me siento tan excitada, esa extraña energía me posee y lo único que deseo es saciarme de él, parezco otra mujer es como si su cuerpo me transformara, me uniera inevitablemente al suyo. El sudor corre por mi cuerpo desnudo, insatisfecho, su mirada se clava en mí y lo único que deseo es que me tome una vez más.