La mayoría de los personajes son de J.K Rowling, de la saga Harry Potter. Hay otros personajes fueron creados por mi, tomé la historia de esta talentosa escritora e hice mi propia historia. Todos los derechos reservados, no se permiten copias ni ada...
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-Draco Malfoy.
Capítulo Siete: “Quidditch y peleas”.
Al día siguiente de recibir el regalo de George traté de buscarlo para agradecerle pero no lo encontré por ninguna parte, como si lo hubiese tragado la tierra. Llegué a preguntarle a su gemelo si lo había visto pero me mintió descaradamente. Con el pasar de los días me resigné y tomé la decisión de no perder más el tiempo, me había decepcionado un poco que hayamos compartido un lindo momento juntos y llegar a pensar que podríamos ser amigos. Llegué a creer que no era tan malo después de todo, que las chicas tal vez se equivocaban pero esa idea se desvaneció cuando me dí cuenta que me estaba evitando y no tenía idea de por qué.
En estás últimas semanas comencé a hacerme más amigos y de diferentes casas, hasta llegué a hacerme amiga de dos Slytherin lo cual parece difícil de creer para todo Hogwarts ¿Un Slytherin siendo amigo de un Gryffindor? Que locura. Sinceramente a mí me parece absurdo que se lleven mal entre sí, pero hay que admitir que hay ciertos Slytherin que son un enorme grano en el trasero. Un buen ejemplo es Draco Malfoy, un niño rico muy malcriado, lo había visto muchas veces tratando de molestar a Harry y a sus amigos haciendo comentarios molestos y crueles.
—¡Vamos, Shir! apúrate.
La voz de Kate logró sacarme de mis pensamientos, me tomó del brazo y salimos en camino al partido de Quidditch que tenía lugar hoy. Todos estaban por los pasillos con carteles apoyando a Gryffindor o Slytherin que serían los dos equipos que se enfrentarían. Algunos alumnos de otras casas se dedicaban a apoyar más que nada a Gryffindor. Saludé a Luna al pasar por su lado, Hermione me la había presentado. Es un poco extraña pero a mí parecer es genial y súper original.
Al llegar al campo de Quidditch Kate se fué junto a Leila que nos estaba guardando lugares y yo fuí a desearle suerte a Lee que como siempre narraba el partido, lo hace tan bien y con tanta pasión que a veces se le escapan insultos, McGonagall le advirtió que la próxima vez lo echaría. Nos hicimos muy buenos amigos, nos sentamos juntos en la mayoría de las clases. Es muy gracioso y amable, nos llevamos bien desde la primera vez que nos hablamos. Algunas veces salimos a los alrededores de Hogwarts o comemos juntos, últimamente no nos vimos mucho porque es el mejor amigo de los gemelos y George que está evitándome a toda costa seguro le dijo que le hiciera el favor de no verme por si se me ocurría preguntarle sobre él, ya que Lee es un bocazas.
—Trata de no insultar esta vez, eres el mejor narrador de todos. No hagas que te echen.— Le aconsejé desordenado su cabello luego de estar unos minutos hablando de tonterías él sonriendo se despidió con la mano.
Me senté junto a las chicas y esperamos unos minutos a qué comenzara el partido, cuando empezó ví como a todas las chicas se les caía la baba por los chicos que forman los equipos. Con el inicio del partido comenzaron los gritos, abucheos e insultos. Lee le ponía tensión y emoción al partido con su narración.
—Angelina tiene la quaffle ¡Está muy cerca de marcar!—Todos estamos atentos a los movimientos de Angelina que es una excelente cazadora.—¡¿QUÉ?! ¡ESO ES TRAMPA MALDITO HIJO DE...!
McGonagall le quitó el micrófono para que no se escuchará el resto y él se disculpó rápidamente, todos habíamos visto como uno del equipo de Slytherin se había abalanzado sobre Angelina haciendo que casi se caiga de la escoba y por ende soltara la quaffle. Ganando alabanzas y estúpidas canciones para distraer a Harry por parte de los Slytherin e insultos de las demás casas, hasta McGonagall comenzó a mover el puño con furia hacía el tramposo jugador.
Al terminar el partido de Quidditch con Harry atrapando la snitch, Gryffindor luego de una hora y media, aguantando el juego sucio por parte de los Slytherin, ganó. Todos gritaban de emoción menos, obviamente, el equipo perdedor. Con las chicas nos abrazamos emocionadas y yo bajé para felicitar a Harry.
Cuando me estaba acercando rodé los ojos al notar que Malfoy se había acercado a Harry y al equipo para molestarlo. «Que mal perdedor»
—¿Te gustaron las letras de mis canciones?—Dijo en un tono molesto.—¡Quería escribir otro par de versos! Pero no pudimos encontrar rimas para gorda y fea... queríamos cantar sobre su madre, ya sabés.
Ya a lo lejos podía escuchar los comentarios crueles que hacía, esta vez no me quedaría callada. Sabía que se refería a la madre de Ron y los gemelos. Harry me había dicho que son como su familia.
—Habla sobre uvas agrias.— Angelina le dijo lanzándo una mirada de disgusto a Malfoy, a Harry se le estaba deformando la cara de la furia.
—Tampoco pudimos poner inútil perdedor, por su padre.—Esta vez terminó la oración con una asquerosa sonrisa porque sabía que estaba logrando lo que quería.
Fred y George se dieron cuenta de lo que estaba hablando Malfoy a mitad de camino para saludar a Harry y se pusieron tensos. George ni siquiera se percató de mi presencia acercándose a ellos.
—¡Déjalo! Déjalo que grite Fred, solo está molesto porque perdieron.— Dijo Angelina tomando a Fred del brazo antes de que se lance sobre Malfoy por andar insultando a su familia.
—Pero a ti te gustan los Weasley, ¿Verdad, Potter?—Dijo resoplando— Pasas con ellos las vacaciones y todo, no sé cómo puedes estar con la peste pero supongo que después de haber sido criado por asquerosos muggles hasta la casucha de los Weasley está bien. Te agrada la mugre, ¿Eh?
Harry agarró a George para que no golpeara a Malfoy, tenía la mandíbula apretada al igual que los puños, los nudillos estaban blancos por la presión que estaba haciendo.
—¿Qué no tienes nada mejor que hacer, Malfoy?—Dije apareciendo a su lado, cruzándome de brazos. Por más que fuera dos años menor era de mi misma altura, un poco más alto. Pero no le tenía miedo.—¿Inventar canciones, insultar a la familia? Que ridículo eres.
Escupí esa última oración con asco y desprecio, él se quedó mudo por el shock y luego volvió a su papel de niño malcriado.
—¿Y tú eres?
—¿Tanto te gusta Potter que estás siempre al pendiente de lo que hace o no?—Sonreí y escuché unas risas a mis espaldas.— Vamos, cariño. Hay diferentes formas de conquistar a tu hombre, no es necesario molestarlo.
Arreglé su túnica descaradamente y le guiñé un ojo, como si le estuviera dando un consejo. Al oír esto se le deformó la cara de la furia y el disgusto, ¿Él cree que es molesto? Cómo se nota que no me conoció a mi.
—Calla, maldita mestiza asquerosa.—Me susurró ya que le había guiñado un ojo muy cerca de su cara, solo para provocarlo. Ya era de saber que a Malfoy no le gusta que invadan su "espacio personal". Yo le lancé una sonrisa juguetona y me alejé un paso haciendo un ademán con la mano.
—O tal vez... Eres tan molesto, patético e irritante solo porque mami y papi no le dan cariño a su hijo. Solo quiere llamar la atención, pobrecito...— Dije haciendo un puchero.
—¡Te las verás con mi padre!.
—Y ahí va de nuevo.— Rodé los ojos.—Deja de esconderte bajo la sombra de tu padre. Soy tan intocable como tú, Malfoy. Pregunta sobre mi abuelo en el ministerio pero a diferencia de ti, yo no amenazo a los demás con llamar a mi querido abuelo para arreglar mis problemas. No necesito de mi papi para salirme con la mía, es realmente penoso ver cómo siempre en vez de enfrentar las cosas justamente dices "Mi padre se enterará de esto". Madura un poco Malfoy, das pena.
Y solo bastó esa última palabra para sacar a Draco de su casillas...
