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Capítulo Once: “¡Fiesta!”

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Capítulo Once: “¡Fiesta!”

Ya pasó una semana de la discusión absurda que tuvimos con Leila, no volvió a hablarnos después de ello. Kate me dijo que además de rencorosa es muy orgullosa. Yo todavía no comprendo porque hizo tanto escándalo y Kate no quiere hablar sobre eso, los gemelos Weasley me tratan bien pero no soy tan estúpida como para dejar que se sobrepasen conmigo, además Lee ayuda mucho poniéndolos en su lugar cuando hacen algún comentario fuera de lugar. Él sabe perfectamente como son sus amigos y de lo que son capaces, me dijo que no quiere que me hagan lo mismo que le hicieron a muchas chicas porque me concidera como su hermana.

Yo al escuchar eso le agradecí con un abrazo, es demasiado tierno. Yo también lo quiero como un hermano, desde que nos conocimos nos hicimos inseparables. Se convirtió en mi mejor amigo y lo adoro, estamos casi todo el tiempo juntos. Hay algunos que piensan que somos novios pero realmente hay que ser estúpido para creer eso al ver cómo lo trato, los que nos conocen saben que eso es imposible.

¿Shirley?

Salí de mis pensamientos al escuchar la voz de Blaise.

—¿Eh?¿Qué?— balbucee confundida y mis amigos rieron divertidos.

—Vives en la luna.— se burló Theo.

—Lo siento, ya me conocen.— dije apenada y mis serpientes amigos sonrieron.— ¿Qué me decían?

—Nada importante, luego iremos al salón de duelo para practicar un poco defensa ¿Te apuntas?

—No, lo siento. Tengo cosas que hacer esta tarde.— Los miré apenada.

—¿O tienes miedo?— Dijo con un tono burlón Blaise y yo lo golpeé en el hombro riendo.

—Ya quisieras, otro día será yo debo irme.

—Está bien pero la próxima no te salvas, te patearé el trasero.— Theo rió y ambos se pararon para tenderme una mano.

Acepté ambas manos y de un tirón me pararon de un brinco, me despedí de ellos con la mano y me encaminé a la casa de Hagrid. Me detuve para acariciar Buckbeak no sin antes hacer una reverencia ante él aunque ya me conoce.

—¿Quién es el hipogrifo más lindo? ¡Tú lo eres!— Chillé mientras lo acariciaba y una tos fingida se escuchó a mis espaldas haciendo que salte del susto.—¡Hagrid, por Merlín! Casi me das un infarto.

El semi gigante soltó una gran carcajada tomándose la barriga— Llegas justo a tiempo para tu clase, Shirley.

Yo sonreí entusiasmada y comencé a dar pequeños brincos, Buckbeak me empujó con su cabeza signo de que quiere que siga acariciándolo haciendo que soltara una pequeña risa. Segundos después escuché un ladrido y me caí al suelo por el peso de Fang, el gigantesco perro de Hagrid.

—¡Fang!¡Deja a la niña!

—¿Hoy que me enseñarás?— Pregunté entusiasmada acariciando a Fang mientras éste movía la cola y lamía mi cara. Hagrid tomó la cuerda de Buckbeak dirigiéndose al bosque prohibido.

—Hoy verás como ganarte la confianza de un escarbato y como tratar con centauros.

—¡Que genial!—Chillé y Hagrid rió ante mi emoción.

—Es bueno tenerte como alumna, Shirley.— Dijo mientras ataba la cuerda de Buckbeak cerca del lago para que tome agua y se alimente.—Gracias por ofrecerte, lo de Buckbeak me tiene muy triste aún.

Hice una mueca de tristeza, van a sacrificarlo porque Malfoy no siguió las instrucciones de Hagrid y Buckbeak se sintió amenazado.

—Vamos a encontrar una solución, no te preocupes...— Tomé la mano del gigante y este se secó una lágrima haciendo que mi corazón de encoja de la tristeza.

Hagrid es una persona hermosa, siempre da todo sin esperar nada a cambio y verlo así me destroza, es una figura paterna desde que llegué aquí me recibió con los brazos abiertos y me trató de la mejor manera. Hace unas semanas Hermione me contó lo sucedido con Buckbeak y vine a hablar con él, me ofrecí para que me enseñe todo lo que les iba a enseñar a sus alumnos este año para distraerlo mientras Hermione y los chicos buscan una solución para que no sacrifiquen a Buckbeak.

~•~

Ya es viernes, lo que significa ¡Fiesta! Espero que estos ingleses sepan lo que es festejar. Lee me contó cómo es la organización de la fiesta, Fred y George compran el alcohol con el dinero recaudado entre todos en la semana, nadie sabe cómo es que salen de Hogwarts para comprar el alcohol pero ya me doy una idea. Y esa es toda la organización, no está demás decir que los gemelos se quedan con una parte del dinero por hacer el "delivery".

Los únicos alumnos que saben sobre las fiestas de los viernes son los de 4to, 5to, 6to y 7mo. Los cuales están obligados a no decirle a nadie que no sea de Gryffindor y menor a estos años, mucho menos a un profesor. Es por eso que Lee se aseguró que yo no diría nada antes de decirme sobre esto.

Las chicas estaban emocionadas, no les importa que la organicen los Weasley porque somos demasiados alumnos y es muy poco probable que nos crucemos con los gemelos. Casi nadie falta a las fiestas de los viernes, muy pocos no asisten. Las fiestas se suspenden a fin de año, ya que los de Quinto y Sexto tienen que esforzarse para los TIMO'S y ÉXTASIS.

Estábamos arreglándonos para bajar a la sala común dónde será la fiesta, tenemos planeado bajar a las 2 que es cuando los demás alumnos están dormidos. Me puse un top negro de tiras que deja ver el pearcing de mi ombligo y un short de rayas blanco y negro suelto porque quiero estar cómoda.

—Me encanta.— dije fascinada mirando el conjunto de Kate, el cuál es un mono corto color rojo. Le queda hermoso.

Ella me sonrió mirándome de arriba a bajo.— Tú te ves preciosa hasta con ese simple conjunto, te queda bien.

Le sonreí halagada y terminamos de maquillarnos, las dos compartimos un labial rojo oscuro y nos pusimos rímel. Tocaron la puerta y abrí encontrándome con Ámbar y Lavender que estaban preciosas.

—¿Vamos?— murmuró con una sonrisa Lavender y asentimos.

Salimos con los tacos y zapatos en la mano para no hacer ruido, bajamos las escaleras viendo a la multitud de adolescentes bailando, gritando y tomando. Sino fuera por el encantamiento que hicieron esto realmente sería un desastre, los escucharían hasta la torre de astronomía. Desde arriba se veían mínimo 50 alumnos en la sala común, los cuales estaban un poco apretados.

Al entrar en el círculo dónde está el encantamiento comenzamos a escuchar el escándalo que estaban haciendo con la música de las brujas de Macbeth de fondo.

—¡FIESTA!— gritó Ámbar totalmente excitada y se dirigió a las bebidas y yo detrás de ella. Comencé a servir cuatros shots de vodka que distribuí entre nosotras.

—¡uno, dos, tres!— contamos al mismo tiempo, al llegar a tres bebimos los shots.

Lavender sacó la lengua luego de beber y Kate tosió haciéndonos reír a Ámbar y a mí. Luego de dos shots más salimos a bailar con Kate, cada una tenía su bebida en mano. Aún no sentía el efecto del vodka pero es muy engañoso, cuando comienzas a beber demasiado pensando que no te hizo efecto te da una patada ninja en la cara.

Luego de dos horas enfiestadas comenzó a surgir el efecto del alcohol y con él las consecuencias...

[...]

In My Head (G.W)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora