Capítulo 8

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[Petición de la autora: les quiero pedir por favor que no busquen ningún término que no entiendan o tengan dudas sobre lo que son. Todo se explicará a su debido tiempo y si se enteran antes por Google perderán el suspenso y no quiero eso. Por favor.]

Taehyung no estaba muy seguro del por qué había aceptado la oferta de Jungkook, pero lo había visto tan tierno tratando de no ser malinterpretado que simplemente no tuvo control de sus palabras

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Taehyung no estaba muy seguro del por qué había aceptado la oferta de Jungkook, pero lo había visto tan tierno tratando de no ser malinterpretado que simplemente no tuvo control de sus palabras. Así que, en este instante, se encontraba ingresando a la casa de los Jeon.

—Bueno, ¿quieres algo de beber?— Preguntó el azabache después de cerrar la puerta.

—Agua, por favor—

Jungkook negó divertido con la cabeza mientras caminaba a la cocina. —Tienes una obsesión con el agua y con evitar la grasa—

Taehyung bufó y no respondió nada a las palabras del contrario, en cambio, se dedicó a mirar desde la puerta la casa de los Jeon.

Era más grande que la suya, los colores vivos del lugar lo hacían ver alegre y ordenado y, una de las paredes estaba cubierta por distintos cuadros con fotos de la familia.

—Tienes una linda casa—

—Gracias— Dijo mientras salía con un vaso de agua de la cocina y caminaba hacia la escalera. —Vamos—

—¿A tu habitación?— El contrario asintió. —Bien— Suspiró y lo siguió escaleras arriba con un ritmo que no fuera demasiado rápido para no cansarse.

Estando en el segundo piso, Jeon abrió la primera puerta que se encontraba a la derecha del pasillo, permitiendo que el castaño entrara primero para luego él seguirle, dejar el vaso sobre el escritorio y tirar su mochila para que cayera en alguna parte de su habitación.

Taehyung recorrió con la mirada el cuarto. No era muy grande, pero tampoco muy pequeño, las paredes estaban pintadas de color celeste con algunos cuadros y medallas colgados, una cama tamaño matrimonial en una de las esquinas, un escritorio y un clóset al otro lado.

—¿De qué son esos cuadros y medallas? — Preguntó curioso mientras los miraba.

—Son de reconocimiento por mis calificaciones— Respondió y se dirigió al clóset, buscando algo cómodo que cambiarse. —Ponte cómodo, el vaso de agua está en mi escritorio—

—Gracias— Sacó su pequeño frasco con sus medicamentos correspondientes y los tomó con ayuda del agua, para luego sentarse en la orilla de la cama y continuar observando la habitación como un curioso niño de cinco años.

Todo se veía ordenado y bien, hasta que...

—¡Exhibicionista!— Gritó mientras sentía que su rostro ardía y tapó sus ojos con sus manos al haber presenciado la imagen del azabache sin camisa.

Done For Me | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora