Capítulo 5

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Jungkook tenía un plan para ese día: tener la primera clase, rechazar la oferta de Yoongi para ir al patio y acercarse a hablar con Taehyung. La última era la más difícil, pues no estaba seguro de que el castaño le permitiera mantener una conversación, pero estaba dispuesto a intentarlo.

Cuando ya tuvo las primeras dos partes de su plan realizadas con éxito, reunió la suficiente paciencia para no mandarlo a la mierda sólo porque no le contestara y se acercó a paso decidido a donde se encontraba. Arrastró una silla y se sentó frente a él, pero el castaño ni siquiera lo miró.

Nadie dijo que esto iba a ser fácil.

—Hola—

Nada.

—¿Qué tal tu día?—

Ni una mosca.

—¿TaeTae?—

Intentó llamar su atención con un apodo cariñoso, y funcionó, porque el castaño dejó de prestarle atención a su celular y lo miró con el ceño fruncido. Jungkook sonrió para sus adentros.

—¿Qué quieres?—

—Hablar contigo—

—No somos amigos—

—Pero podemos llegar a serlo, ¿no?— Propuso.

Taehyung suspiró. —No quiero ser tu amigo—

—¿Por qué?— Preguntó. Tal vez no sería bueno llevarlo al borde de su paciencia, pero no perdía nada con intentarlo.

—No me agradas, Jungkook—

Auch.

—¿No puedo hacer nada para cambiar eso?—

—No— Respondió y devolvió su atención nuevamente a su celular, dándole a entender que no pensaba en cambiar de opinión y que se rindiera.

Pero Jungkook no quería darse por vencido, al menos no por ahora.

—Es una pena— Soltó un suspiro lastimero y pensó un poco sobre qué debería decir para tener la atención del castaño nuevamente en él. Las palabras lindas funcionan, quizás... —Tienes bonitas facciones—

Tan pronto como escuchó sus palabras, Taehyung abrió sus ojos aún más y soltó el teléfono que estaba entre sus manos, dejándolo caer sobre la mesa. —Tú... ¿qué estás diciendo?—

—Que eres bonito— Se permitió liberar una ligera risita cuando notó que las mejillas del chico frente a él se teñían tímidamente de color rosado. —Vaya, parece que contigo funcionan las palabras bonitas—

El castaño frunció ligeramente el ceño, aunque su sonrojo aún no abandonaba sus mejillas. —¿Estás tratando de comprarme con elogios... falsos?—

Negó con la cabeza. —No estoy tratando de comprarte... y no son elogios falsos. De verdad pienso que eres bonito— Fue su turno de avergonzarse, aunque, para su fortuna, no se sonrojó (o al menos no era muy notorio). —Seamos amigos—

El castaño no tuvo tiempo de responder nada, porque las voces de los amigos del azabache se hicieron presentes y se sintió incómodo.

—Jungkook— Dijo Yoongi. —¿Qué haces con el rarito?— Preguntó sorprendido y quizás, sólo quizás, con un poco de asco.

—Pues...— Suspiró. —Estaba hablando con él, ¿hay algún problema?—

—Hay muchos problemas con eso— Respondió y se cruzó de brazos. —¿Estás con él por pena? Porque si es así, Jungkook, déjame decirte que-—

Done For Me | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora