ੈ⌒•⌒." Una Relación Complicada".⌒•⌒ೖ ||Luzito

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¿Por qué no le puedo pegar?

Es un mal alcalde después de todo.

Ésos eran los pensamientos de Luzu en la oficina de Lolito, el cual estaba sentado tranquilamente, observando al de cabello café con una pequeña mueca en su rostro, la cual, parecía ser de satisfacción, o alegría. Sea lo que sea, a Luzu no le podía importar menos.

Ah, Luzu, cariño, qué alegría volver a verte. - Dijo, rompiendo el hielo entre ambos hombres, aunque por lo que veía, iba a ser él el único que hablaría.  -

Y sus sospechas fueron ciertas, pues Luzu ni siquiera le había respondido, haciendo que el peli-naranja bufara bajo.

Realmente llegué a creer que no vendrías, por lo que estaba a punto de mandar a mis hombres a robarte, embargarte, secuestrarte, o matarte, pero llegaste justo a tiempo. - Colocó su mano en su mentón y soltó una pequeña risita, mientras que el contrario seguía sin responder. -

El menor simplemente estaba mirando el suelo, sin demostrar alguna expresión u emoción, lo cual, fascinaba y enfurecía al alcalde.

El mencionado golpeó la mesa con tal brusquedad, que estaba seguro de que todos los habitantes de Karmaland lograron oírla.

Luzu, impactado por el golpe, abrió sus ojos como platos, levantando rápidamente su mirada, apreciando cómo lentamente Lolito se levantaba en dirección a él.

Mientras se acercaba, podía apreciar al menor perfectamente. Su rostro tan frío y con expresión indiferente, aunque con el ceňo algo fruncido. Sus hermosos ojos  color rojo tan oscuro pero brillante. Sus labios. .por los Dioses, qué lindos labios tiene.

De su ropa no podía decir mucho, era la misma de siempre, pero ahora usaba capucha, la cual estaba cubriendo su rostro ahora.

Un tierno intento de chico edgy.

Cuando se acercó completamente, empujó bruscamente al de cabello oscuro contra la pared, bajandole rápidamente su capucha debido al empujón.Rápidamente intento correrse, pero el de mayor estatura se agachó un poco, lo acorraló con una mano, mientras que con la otra apretaba la muñeca del menor,  evitandole el escape. Lentamente acercó sus labios al oído de Luzu y volvió a hablar.

¿Te comieron la lengua los ratones, imbecil? - Dijo con un tono frío ésta vez, algo que hacía temblar a Luzu, y a Lolito no le podía fascinar más el momento.  -

Se acercó más para ver el rostro del menor, se veía tan asustado, tan indefenso. .era como ver a un cachorrito abandonado en la calle, qué ternura.

Quitó ambas manos, reincorporandose un poco, ahora dándole un pequeño golpecito en su hombro.

¡Venga, hombre!, tampoco te pongas a llorar .  - Sentenció, mientras varias risitas salían de su boca.  -

La expresión de Luzu ahora estaba llena de rabia.

Bueno, bueno, parece que te has vuelto mudo, pero no importa. - Caminó hacia su silla tranquilamente.  -

Porque yo te haré hablar. - Miró detrás suyo a Luzu por unos segundos, quien estaba volviendo a ponerse su capucha, mientras que Lolito colocaba sus sus dedos en su escritorio. -