Incógnitas

6.8K 488 48
                                    

Pov Poché.

Fruncí el ceño al ver la espalda de Calle, ella parecía congelada.

— ¿Pasa algo?— me atreví a preguntar.

Sacudió la cabeza cómo queriendo espantar algo, el teléfono dejó de sonar, iba abrir mi boca de nuevo cuándo el teléfono volvió a sonar.

Calle me vio y dejó el teléfono de lado.

—No es nadie importante. — esbozó una sonrisa, pero parecía más una mueca.

— ¿Segura?— asintió lentamente.

No le creía, quería hacerlo pero ver el cambio de su actitud me implantaba una sola en la cabeza, quien le llamaba era Juan Pablo, su esposo.

Ella iba a mencionar algo, pero se callaba ante otra llamada.

— Contesta el teléfono, debe ser urgente.

Daniela suspiró y tomó la llamada.

— Hola, sí, dime.

Salió de la habitación para hablar a solas, suspiré pesado al saber que sí era Juan Pablo.

Comencé a buscar mi ropa, tenía una camisa de Calle antes de darnos el baño, pero la ropa de ayer no sé dónde quedó, seguí buscando y la encontré en el cuarto de lavado, en la cesta de ropa sucia.

Estaba toda llena de arena aún, pero no me importaba.

Me puse mis jeans y camisa abotonando los botones rápidamente, pasé una mano por mi frente cerrando los ojos unos momentos. Estoy abrumada.

Quién diría que María José témpano Garzón se iba a enamorar después de tanto tiempo, y sí, me enamoré de Daniela y ahora no sé qué hacer.

Porque si, ella y yo hemos estado juntas y eso solo aumenta mi fascinación y amor hacia ella, el problema es que no sabía– o tal vez lo negaba– si ella siente lo mismo por mí.

Las personas podían hacerte creer emociones, te dan todo un banquete de estas y comes hasta quedar lleno creyendo que eran manjares, pero al final te das cuenta que era una ilusión y estabas muriendo de hambre.

Daniela y yo coincidimos en esta vida, pero admito que mi método de tenerla al menos unas horas la primera vez, fueron bajas. Sin saber que iba a enloquecer por ella más adelante.

¿Ella está enamorada de mí? ¿Después de meterme en su matrimonio con el mugroso dinero? No, mejor me digo: ¿Quién lo haría?

A veces me siento cómo basura por haber destruido un matrimonio con una propuesta de dinero de por medio.

Pero, ¿cómo dejó de pensar en ella? ¿Cómo dejó de sentir todo lo qué me provoca cada día más? ¿Cómo dejó de sentirme cómo una intrusa?

O peor aún, ¿cómo dejó de sentirme cómo la persona que probablemente le quitó la felicidad?

Tenía muchas incógnitas y ninguna tenía una respuesta. O sencillamente, no las respondía porque la revelación iba a ser demasiada cruda y real, arruinando mi pequeña ilusión después de tanto tiempo dañada y en soledad.

La voz de Dexter resonó en mi cabeza: esto no es por un negocio o capricho, lo haces por algo más y sabes que está mal.

Dios, por supuesto que si estaba mal, pero solo quién sea que este en el cielo sabe que intenté sacarla de mi cabeza, olvidar el asunto y dejarla ir la noche de nuestro acuerdo, pero no pude hacerlo y ahora, que la conozco un poco más y sé lo valiosa que es, la tarea de yo marcharme de su vida parece un camino de púas sin retorno.

Propuesta Indecorosa || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora