Misión 3

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Tras una semana de descanso y de olvidarse por un tiempo de su manto de vigilante, Izuku decidió dedicarse aún más a su empleo en una sucursal de aparatos deportivos. Había estado trabajando ya hace unos 3 años y gracias a ello, logró obtener gratis unas pesas y cuerdas de saltar para que pudiera entrenar.

Su trabajo consistía en auxiliar a las personas que tuvieran alguna duda o problema al elegir algún producto de entrenamiento o algún producto de dieta. Eran aproximadamente las 10:30 de la mañana cuando tres comensales poco comunes entraron en una situación no tan apropiada:

-¡Ya te dije, Toru! ¡Por aquí había visto un Wooden Dummy muy bueno!-

-¡Eso lo dijiste las 3 tiendas pasadas, Mashirao!-

-Ya relájense los dos, anoche no pude dormir bien y me duele la cabeza. La verdad no sé como, me convencieron para acompañarlos.- dijo un pelizaul con ojeras.

-Buenos días..- dijo el peliverde- Bienvenidos a Sport Stadium, una de las mejores tiendas de mayor variedad en artículos para casi cualquier tipo de deporte, ¿cómo les puedo ayudar?-

-Hola, mi novio está buscando un... un...¿cómo se llama?- preguntó la invisible

-Un Wooden Dummy de 1.5 metros de altura, para nivel avanzado.-

-Ya veo, creo tener lo que buscan, si me permiten puedo revisar en el almacén, pero antes de irme, ¿necesitan algo más, Héroes Tailman, Invisible Girl y Hypno Voice?- los mencionados se sorprendieron de ser reconocidos tan fácilmente, en especial el peliazul, quien evitaba a toda costa a la prensa.

-No se preocupen, los demás comensales no se han dado cuenta, y la verdad no planeo comentarles nada.- trató de calmarlos el peliverde- ¿Necesitan algo más?-

-No, nada.- dijo el rubio- 

Tras unos 7 minutos en esperar, Izuku había vuelto con lo que le habían solicitado. La invisible daba saltos de alegría, el rubio le agradecía de cada forma posible mientras que el peliazul miraba con detenimiento al peliverde, había algo que no le cuadraba del todo.

-Bueno eso sería todo, que tengan un lindo día.- se despidió el peliverde 

-Espera...-dijo firmemente el peliazul

-¿Si?-

-Tengo algo que preguntarte....- hizo una pausa- ¿Por qué no les avisaste al resto de los comensales que estábamos aquí?-

-Simple, ustedes los héroes de verdad no se sienten cómodos con mucha gente rodeándolos, ya sea por presión, nervios o cualquier otra cosa. Además, no sería cortés de mi parte que ustedes hayan decidido el visitar este establecimiento, tomarse su tiempo y yo los ponga en un situación bastante incómoda para ustedes, ¿no creen?- dicho esto, los tres le sonrieron en forma de agradecimiento, bueno 2 de esas sonrisas pudieron ser detectadas.

-Gracias....¿señor?- preguntó la chica

-Tsuku, Tusku Uso.-

-Oye, en verdad te agradezco que consiguieras este Wooden. Verás, lo había tratado de conseguir durante éstos días, ya que hace un tiempo vi que lo promocionaban en esta calle, pero no recordaba en qué tienda.- aclaró con pena el rubio- ¿Te parece si te invitamos un refresco, cuándo termines tu turno?-

-¡Si, por favor! ¡¿Verdad, Shinsou?!-

-A mí me da igual, mientras no involucre demasiado ruido o gritos de ella.-

-¡Oye, qué cruel!-

-Tranquilos chicos, de hecho tengo mi descanso en 10 minutos.-

Al pasar los 10 minutos, los 4 se encaminaron a la cafetería más cercana. Mientras hablaban, Izuku no pudo evitar su antigua costumbre de sobreanalizar y murmurar lo que pensaba; mientras Toru y Mashirao sentían un poco de miedo pero asombro, Hitoshi escuchaba detenidamente y con asombro al peliverde que no paraba de decir múltiples formas en las que podrían formar varios combos y nuevos movimiento especiales. Todo iba bien hasta que un timbre de teléfono interrumpió la conversación.

-Rayos.- se quejó el rubio

-¿Qué sucede amor?-

-Es Portal, otra vez.- gruñó- ya es la cuarta vez que asesina a testigos de sus crímenes, y la policía no tiene idea de cómo detenerlo.-

-Tal vez puedas pedirle consejo a Tsuku, ¿no?-

-¿A mí?-

-No creo que tengamos autorización para hacerlo, Toru.-

-Estoy de acuerdo con Hagakure, Ojiro.- dijo con firmeza Shinsou- Además no veo problema si él promete no decir nada.- por lo que recibió una afirmación por parte del peliverde.

-Bien, confiaremos en ti.-

Tras una breve explicación de cómo Portal podía aplicar su Don, Izuku les recomendó un ataque en emboscada, ya que parecía tener un número límite de portales para abrir. Los tres héroes le agradecieron, pagaron la cuenta, lo dejaron en su establecimiento y se despidieron sin nada más que decir.

-¿Todo bien, por ahí T?-

-Si jefe, no se preocupe. dijo con una sonrisa en el rostro.- Creo que una nueva cacería comenzó.- pensó


El Héroe en las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora