nine.

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"Otra marea alta,

Otra tormenta que combatir.

Ven y llévame,

Solo soy una piedra saltando sobre el agua."

Una figura vestida de negro camina lentamente por el pasillo de la catedral.

El cuerpo de Natasha brilla con diferentes tonos de luz que se filtran a través de las vidrieras. Su amigo, uno de sus amigos más cercanos, se encuentra al final del pasillo, apoyado contra un banco de madera. Steve la mira, apartando la mirada de las flores marchitas y las velas negras que estaban destinadas a honrar la muerte de la mujer que amaba.

—Cuando volví del hielo...

Natasha se detiene en silencio a unos metros frente a él; sus ojos comprensivos y su expresión solemne.

—Di por muertos a todos los míos —él vuelve a mirar el marco dorado que contiene la foto de Peggy Carter, sacudiendo la cabeza—, pero me enteré de que ella vivía. Fue una gran suerte tenerla.

Natasha lo mira por encima del hombro, con una sonrisa suave y alentadora.

—Y ella tuvo suerte a tenerte.

El hombre solo asiente un poco, sin estar de acuerdo ni en desacuerdo. Ambos saben que la mujer solo lo tenía a veces. Sí, Steve había estado ocupado con los Vengadores y con S.H.I.E.L.D. antes de que cayera, pero eso no es lo que significa. Esa mujer obstinada e intrépida que le robó el corazón solo podía recordarlo durante horas a la vez antes de que se fuera otra vez, perdida en su mundo de demencia y vejez.

Natasha respira profundamente, sabiendo que no hay mucho más con lo que consolarlo. Entonces, usa lo único que realmente tiene: la verdad.

—Después de lo ocurrido en S.H.I.E.L.D., durante mi pequeño descanso...

Steve la mira con las cejas rubias ligeramente inclinadas, escuchando a la mujer compartir algo personal y doloroso; algo por lo que Natasha no es muy conocida.

—Volví a Rusia e intenté encontrar a Svet y a mis padres. Una tumba vacía para mi bebé y dos pequeñas lápidas junto a una cerca de alambre para mis padres —los ojos azules de Steve se clavan en los verdes de Natasha, ella asiente con una sonrisa triste y amarga—. Saqué algunas malas hierbas y dejé flores.

Ha perdonado a sus padres por lo que le hicieron, por venderla. Sabe que encontrará a su hija o que su hija la encontrará cuando sea el momento adecuado, cuando ambas estén listas.

—Tenemos lo que tenemos cuando lo tenemos.

Natasha no puede cambiar nada. Es una superviviente, pero las supervivientes no pueden cambiar el pasado y el futuro. Todo lo que pueden hacer es tratar de mantener cerca los buenos recuerdos y los que duelen lo suficientemente lejos como para seguir viviendo.

Steve hace una pausa por un momento, observando sus palabras mientras mira hacia el suelo.

—¿Quién más ha firmado?

—Tony, Rhodey —ella dice su lista de respuestas—, Visión.

—¿Clint?

Sus ojos miran hacia él, pensando en su mejor amigo estando a salvo con su propia familia.

—Dice que se ha retirado.

—¿Wanda y Lees?

—No saben qué hacer —Natasha asiente y sonríe un poco, pero Steve puede ver la frustración en su rostro.

RESURRECTION OVERTURE ▹ barnes-romanoff (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora