Acércate, quiero contarte un secreto (Jimin y Tu) Adaptación

CAPÍTULO 24

Yo: ¡Jimin! –grite. – Basta.

Comencé a correr alrededor de la cama.

Jimin: Por favor Lia estas hermosa. –dijo riendo.

Yo: ¡Jimin! –dije escuchando el ruido de la cámara.

Él comenzó a reír.

Me metí a la cama mi cuerpo seguía húmedo.

Jimin: Te vez hermosa mojada. –tenía un brillo en los ojos.

Yo: ¡Jimin! –grite.

Se subió encima mío sobre las frazadas, seguía con aquella cámara en las manos.

Jimin: Podríamos donar estas fotos al museo, dirían que son réplicas exactas de afrodita o más bien es la figura viva de la misma.

No paraba de reír, cada cosa que decía era demasiado bueno, como para creerlo cierto. Lo derrumbé tapando su visión con las frazadas, corrí tomando una de las sabanas y tapándome. Sentí como la sabana se enganchó, di la vuelta y Jimin la había tomado, eché un chillido y me encerré en el baño.

Se escuchaba nuestras risas aún.

Yo: ¡Jimin tengo que cambiarme! –grite.

Jimin: Mmm... tengo la maravillosa foto de un trasero. –dijo él.

Mis mejillas se llenaron de rubor sabía que no me veía, pero con solo pensar en aquella foto me ponía nerviosa.

Yo: ¡Jimin borra esas fotos! –grite.

Jimin: Podemos enviarlas a revelar y ponerlas como cuadros en la pared.

Yo: Por favor deja de tomarme fotos quiero cambiarme, tenemos que ir a trabajar.

Jimin: Tienes razón, en menos de dos horas sale mi vuelo. -dijo él.

Sentí como mi estómago se revolvió un poco, no quería que se fuera. Salí mirándolo desde la esquina, se estaba poniendo los zapatos, estaba en uno de los costados de la cama. Corrí me subí a la cama y lo abracé por la espalda.

Yo: No te vayas. –pedí.

Acaricio mis manos y dio un beso al reverso de una de ellas.

Jimin: Yo quería que fueras conmigo, pero tú no quisiste. –dijo él.

Le di un beso en la mejilla. Se soltó un poco de mi agarre luego postrándose sobre mí.

Jimin: Te vez muy bien. –dijo él.

En ese momento tuve conocimiento que seguía desnuda.

Yo: Gracias por quitarle lo romántico. –me queje.

Él sonrió dándome un pequeño beso en los labios.

Jimin: Tú y yo, tenemos un significado demasiado romántico.

Me volvió a dar un beso, era casto... puro, mostraba demasiado amor.

Jimin: Vamos cámbiate hermosa. –dijo dándome un último beso.

Se levanto e hice lo mismo, comencé a cambiarme, me cambié, pero me puse un saco ya que el frio era irremediable. Bajamos las gradas y él no dejaba de abrazarme por la cintura dándome pequeños besos en el cuello.

Yo: Yo pido que borres las fotos.

Jimin: Serán buena compañía para mi viaje. -dijo.

Pare en seco y di la vuelta.

Yo: Piensas mastu... -no pude terminar la palabra.

Él estaba expectante, de pronto vi aquella media sonrisa.