The Lee Sisters ⌇ izone and itzy AU!

well, it isn't that bad after all

Sakura's pov:

Me encontraba acostada mirando el techo de mi habitación, concentrándome en la blancura y simpleza de este, mientras escuchaba levemente como la lluvia danzaba con el viento, tenía un sabor agridulce en la boca, no podía sacarme de la cabeza la expresión de Chaeryeong, ¿acaso lo había arruinado?, espero que no, los últimos años de mi vida solo han rotado a su alrededor, sus amigos son mis amigos y los míos son los suyos, mi casa es la suya y su casa el la mía, mis cosas son de ella y sus cosas son mías, y tal vez no quede sola si decide irse, pero una parte de mi se ira con ella, la extrañare como nunca he extrañado a alguien y llorare hasta que mis ojos quemen, después intentare seguir con mi vida como si nada porque sin que ella se diera cuenta le prometí que no me dejaría caer una vez más en la horrible depresión, solo porque sé que aunque me llegue a odiar no le gustaría verme mal, esa no es Chaeryeong, y lo tengo claro.

Con un poco de pesar me levanté de mi cama para poder comer algo, habían pasado horas desde que prove bocado alguno y mi estómago estaba protestando ruidosamente, ¿qué es lo que tenía en mi nevera?, no mucho, solo sobras de comida que Chaeryeong había preparado, tenía que hacer las compras, aunque no tenía ni idea de que comprar, la que sabía de esas cosas era Chaeryeong, demonios, no me había dado cuenta de lo dependiente que podia ser de ella, yo soy la que debería ayudarla, yo debería darle un buen ejemplo, pero ahí estaba, siendo una mujer de treinta años completamente inútil. Suspiré mientras ponía el recipiente en el microondas, puse el temporizador y voltee mi cabeza hacia la ventana, era de noche, la noche más oscura que había visto en todo el año, la lluvia parecía haber terminado pero la calle estaba notablemente húmeda, cuando el temporizador sonó quite mi mirada del exterior para ponerla en el aparato, con un poco de prisa lo abrí  y con mis palillos ya en mano procedí a comer, seguramente la mano de Chaeryeong era igual (o mejor) que la de mi madre, ah, mi madre, hace tiempo que no la llamaba, digo, tampoco es que ella haya hecho un intento de hacerlo, pero supongo que así era mejor, de todos modos ellos se llevaban mejor con mi hermano. Sin siquiera darme cuenta termine el plato, lo cual fue terrible, seguía con hambre, había una tienda de conveniencia cerca de mi complejo departamental, me tendría que valer de eso, no es cómo si no lo hubiera hecho antes, yo nunca he tenido el don de la cocina, así que sin nada más en la mente ademas de comer me puse un abrigo cualquiera y salí, me encontré con que no había nadie en los pasillos, mis vecinos nunca parecían estar, o nunca dejar sus hogares, en el elevador me encontré con un chico bajando a la recepción al igual que yo, parecía estar en un estado similar al mío, cuando iba entrando lo observé por unos pocos segundos y luego miré mi reflejo en el espejo que tenía el elevador, teníamos la misma cara de "definitivamente la cague y quiero ahogar mis penas en comida", genial, no era la única pasando por eso. El corto viaje se detuvo en nuestro destino y ambos nos dirigimos a la salida, él tomó rumbo a la izquierda mientras que yo me fui por la derecha, las luces de la calle eran fuertes y el obvio frio de una noche lluviosa golpeaba mi cara, mi nariz y orejas se pusieron rojas, mientras que mis manos evitaban congelarse descansando en los bolsillos de mi chaqueta, mis pasos lentos pero a la vez desesperados me llevaron sin problema a la tienda que se imponía brillante en el camino, sus pasillos estaban casi desiertos a excepción de una chica peli-negra que estaba unas islas más adelante, decidida empecé a buscar ramen instantáneo, lo único que podía hacer por mi cuenta sin hacen un gran desastre, mi búsqueda no duró mucho pues con rapidez encontré mi salvación, el ramen estaba en la misma isla en la que se encontraba la peli-negra, con paso precavido y silencioso me acerqué a donde estaba mi marca preferida, sin cuidado tome lo que quería y rápidamente me dirigí a la caja, la cajera me dio el precio rápidamente y yo le cedí mi dinero, intente darle una leve sonrisa, pero solo quedó como un mal intento de gesto de fastidio, patético.