Amistad y peligro.

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《FLASHBACK》

— ¡Estás hermosa! ¡Eres todo lo que un hombre o una lesbiana cachonda desea en la vida!

Amy así elogiaba de forma irónica a Kat mientras se probaban los vestidos que utilizarían esa noche para la gran fiesta anual de beneficencia del campus donde estudiaban. Ambas eran estudiantes de medicina, cursaban su último año, por lo tanto asistir a este evento sería un respiro más que merecido para sus ya agotadoras vidas como estudiantes.

Kat y Amy habían sido mejores amigas desde el Kínder, y seguir de la mano en su vida adulta era algo que las volvía inseparables como tal. Amaban hacer todo juntas, iban a la misma universidad, eligieron la misma carrera, amaban salir de fiesta con sus amigos más íntimos etc.
Inclusive Kat logró que Hanna, una bella camarera se uniera a Amy, ocurrió cuando habían salido a cenar una vez que ambas habían aprobado el ingreso hacia su futura profesión; fue ahí que la trigueña observó que Hanna no despegaba los ojos de su amiga y logró toda una treta para que ambas entablaran una relación amistosa y luego algo más, por lo que fue así por seis años hasta la actualidad.

La relación no pudo ser más cercana cuando Oliver, el hermano menor de Amy, declarara su afecto por Kat, la cual aceptó sin pensarlo ya que ambos crecieron juntos y era lo más viable que pasara. Aunque la relación de ambos sufría de varios altibajos, por los constantes reclamos y celos de Oliver, lograron seguir la relación normalmente hasta esta noche. Donde ambas amigas saldrían de fiesta sin sus respectivas parejas, esto detonó nuevamente los celos del hermano menor de la rubia y originó entonces una pelea en la cual Kat, harta decidió darse un respiro de su enfermiza y algo agonizante relación y pedirle a Oliver un tiempo separados hasta que se calmen los ánimos al menos.

Obviamente todo eso tendría consecuencias más adelante, pero la trigueña decidió priorizar el tiempo con su mejor amiga y casi hermana y quería que ambas disfrutaran lo que la noche, algunos tragos y buena música les ofrecería.

Después de arreglarse y verse por última vez al espejo para retocar algunos detalles, se dirigieron a la entrada principal del departamento donde ambas compartían, y subieron alegres y eufóricas a la lujosa limusina que las esperaba, todo era parte del generoso detalle de la universidad donde asistían; ya que fueron afortunadas al ingresar a una de las más icónicas e históricas universidades de Nueva York.

Sin duda formar parte de aquel lugar y sus estudiantes era un gran logro monumental ya que ambas mujeres no pertenecían a la élite neoyorquina ni tampoco tenían contacto con los respetables nombres que encabezaban la interminable fila de grandes médicos que ahora eran rectores de aquel lugar.

Amy y Kat se dieron su lugar al instalarse como mejores alumnas y egresadas en sus respectivas preparatorias por lo tanto, recibir una beca para aprovechar ese potencial era el siguiente paso y por supuesto que no decepcionaron, ya que las amigas lograron alzarse nuevamente con el primer puesto de la lista de afortunados quienes tendrían la carrera pagada siempre y cuando mantuvieran la calificación esperada. Y aquí están, en la recta final de una carrera que las separó de varias cosas que disfrutaban pero que a pesar de ello, amaban lo que hacían; habían nacido para esto y hacer algunos sacrificios por un bien mayor no era nada si se tenían la una a la otra para disfrutarlo.

¡Oye! ¿En qué estás pensando? ¿No se suponía que esta noche era nuestra? Si estás así por Oliver déjame decirte que se le pasará, suele ser un cascarrabias pero no resiste estar lejos de ti mucho tiempo ni tampoco le gusta hacerte enojar. A veces de verdad quisiera darle unas cuantas cachetadas para que reaccione. Hasta me da pena decir que es mi hermano, es tan inseguro, tan diferente a mi. Creo que hasta yo tengo más pantalones que él.

Amy declaraba ofuscada por la actitud que su hermano presentaba con respecto a su relación con Kat. Trataba de mediar aquella parte tóxica de Oliver pero era imposible, Kat era su mayor debilidad, por lo tanto verla feliz o verla tomar interés por algo más que no sea él lo sacaba de sus casillas y lograba un quiebre más a su ya frágil relación con su mejor amiga. Por lo tanto, tomar partido nunca fue una opción, amaba a ambos pero no podía elegir un bando sin que alguien resultara lastimado, aunque Kat nunca le reclamaría por eso, le debía muchas cosas a la dulce trigueña y una de ellas era su actual relación con Hanna, la mujer que la hace feliz todos los días.

I love you 3000Donde viven las historias. Descúbrelo ahora