One Shots- Queen/BoRhap Cast

11. John Deacon

"¡Querida, vas a ir a mi baile esta noche o te arrastraré por el cabello!" Fred estaba declarando mientras su auto se acercaba a Garden Lodge.

Tu corazón latía con fuerza en tu pecho y estabas mirando tus manos cruzadas sobre tu regazo. El interior cremoso y limpio de los automóviles seguía siendo algo a lo que tenías que acostumbrarte, ya que eras una amiga cercana de Mercury.

"Fred ... Es solo que ..." murmuras.

"Sé que normalmente no te gusta ir a mis fiestas, _______, ¡pero no puedes escaparte más!" Dijo con un pequeño resoplido. El auto iba despacio al frente y Fred le daba las gracias al conductor.

Pensar que hace veinte minutos, estabas cancelando a Freddie por teléfono. Hubo un clic y te estabas preparando para una noche tranquila. Una limusina afuera tocó la bocina junto con tu tetera silbante.

Ahora aquí estabas.

Gracias a que trabajabas en la mañana, te sentías somnolienta. La idea de estar abarrotada en una habitación llena de gente ruidosa y desagradable haciendo cola para buffets de crack era poco atractiva. Si aparecieras mañana con resaca tendrías que despedirte de tu trabajo.

Además, estaba el asunto de los amigos de Fred por completo. Conociste a los miembros de la banda varias veces antes. El guitarrista alto y el baterista rubio tuvieron sus constantes momentos de explosión con Freddie uniéndose hasta que fue una cacofonía pura.

Luego estaba su bajista. Él solo asentía cortésmente y golpeaba suavemente las cuerdas de su instrumento. Pero apenas dijo tres palabras juntas. Cuando estaba contigo especialmente, parecía especialmente encogido y poco dispuesto a hablar.

¿Qué otro tipo de invitados salvajes vendrían a la fiesta? ¿Alojado por la única persona con la que estabas cerca?

La miseria agotada se arrastraba dentro de ti.

Fred corrió hacia el otro lado del auto y te sacó. Su brazo rodeaba el cuero oscuro de su chaqueta en el aire fresco. Al acercarse a la entrada, abrió la puerta cortésmente para mostrarle el Garden Lodge.

"Pero Fred ... ¿y si no me gusta?" Preguntas. Los ecos de tu voz gotean por el salón delantero.

“Nunca has estado en una de mis fiestas, ¿cómo puedes decir si no te gusta? Además, es diferente este año: ¡es un baile de disfraces sangriento! ¡Habrá baile, champán y todo lo que puedas soñar!” Freddie lo vitoreó. Dio una sonrisa que llegó a sus dos pómulos.

Los clics de sus zapatos contra el piso de baldosas mantuvieron el ritmo de su deambular. Una delicada araña se arrugó sobre ti. Justo debajo había un jarrón lleno de rosas amarillas que brillaban como cuentas de luz solar. La luz del sol que había ahora comenzó a desvanecerse a través de las amplias ventanas de la casa, goteando el lugar con luz naranja.

"Sí ... suena maravilloso. Como un cuento de hadas, está genial”.

“Bueno, siempre quise ser tu hada madrina, _______. Haces mucho por los demás. Y yo. Pensé que merecías divertirte un poco. Una lástima si te perdiste la oportunidad de vivir un cuento de hadas, querida _______”. Freddie felicita.

Te acercas y saludas al personal para pulir el lugar impecable esta noche. Con sus trajes blancos y vestidos con lazos negros, eran como pingüinos invertidos. Fred les daba la mano, los llamaba por su nombre y "cariño" y ocasionalmente sacaba un pequeño regalo de sus bolsillos para que lo abrieran más tarde.

Miraste a tu alrededor a la extravagante casa. En solo unas pocas horas, habría un ejército de personas goteando en joyas, satén y encaje por todas partes.